MADRE DE JACK (30 Rock): "Supongo que pensarás que los padres de Liz son más cariñosos que yo"
JACK: "Madre, hay células terroristas más cariñosas que tú"

domingo, junio 15, 2008

THE OFFICE ME HA DEVUELTO A LA VIDA

He vuelto!! Perdón a todos por este hiatus de dos semanas que me ha mantenido alejado del teclado, pero he tenido unos días locos en el trabajo, con muchos viajes y demasiado curro, y casi no he tenido tiempo ni para dormir. Eso sí, no os preocupéis que he seguido viendo series al mismo ritmo de siempre. De hecho, con el final de Lost he podido ponerme al día en muchas otras que tenía en stand by, y hoy precisamente vengo a hablar de una de ellas: The Office (Puede que se me escape algún spoiler de la tercera temporada).

“Que no se me cabree nadie, pero en lo poco que llevo visto, no me está pareciendo ninguna maravilla. Tiene sus puntos, sí, pero Carrell no es precisamente uno de mis cómicos favoritos y eso lo estoy notando.”

Esta insensatez la dijo un servidor hace 2 meses, cuando en pleno apogeo de How I met your mother decidí ponerme con esa serie de culto de la que todo el mundo hablaba, y de la que yo solo sabía que salía el susodicho Steve Carrell, poniendo caras y diciendo cosas sin sentido.

Esa fue mi primera impresión, la que según los expertos cuenta en la vida real, pero no en el mundo de las series, donde un teléfilo como yo tiene el derecho y la obligación de presentarse ante sus lectores y gritar a los cuatro vientos: Me equivoqué.

Porque sí, The Office es una propuesta fresca, dinámica, endiabladamente divertida, que huye del recurso facilón del tropezón o de la risa enlatada, y que basa todo su potencial (que es muchísimo) en el uso del ingenio, los silencios y las miradas.

Cometí el gran error de no escuchar a la voz de la experiencia, y empecé a verla doblada al castellano, con todo lo que eso supone. Dicen (y digo) que hay series que no requieren ser vistas en V.O. para poder ser disfrutadas al 100%. Yo soy un firme defensor de las series con subtítulos, pero no puedo evitar sacar a relucir mi lado vaguete con series como Me llamo Earl, Friends o Scrubs, las cuales aún no he conseguido ver en V.O. De hecho, es este género, la comedia, la que siempre intento ver en mi idioma, para no tener que andar traduciendo los chistes y perder así gran parte de su frescura. Con The Office seguí esa misma regla y me equivoqué, pero no fue hasta que empecé la 3ª temporada de How I met your mother en inglés, que me di cuenta de que las comedias también se pueden disfrutar con un legen-dary, en lugar de legen-dario.

Así que lo dicho, la segunda temporada de The Office ya la empecé en V.O….y vaya cambio. No se si fue porque la serie cambió mucho de un año a otro, o porque efectivamente es IMPRESCINDIBLE verla sin doblar, pero era un programa nuevo. Al principio seguía sin tragar mucho a Michael Scott. Me cansaba muchísimo su forma de dar por saco en la oficina, pero gracias a eso, me fui centrando en otras cosas.

Dwight, por ejemplo, es ese compañero que nadie quiere tener cerca en el trabajo: es chivato, lameculos, ridículamente estricto y casi podríamos decir que su foto debería aparecer en el diccionario si buscáramos la palabra “friki”. Hernan Casciari lo retrató mejor que nadie (como casi siempre) en este artículo dedicado a las patologías de este singular elemento.

Rainn Wilson ha conseguido alcanzar con su personaje algo que nunca creí que llegaría a decir: estar a la misma altura que Neal Patrick Harris y su inconmensurable Barney. ¿A que esta simple frase casi es suficiente para empezar a ver la serie? Pues aún hay más.

Uno de los puntos fuertes de The Office son las bromas que Jim le gasta al propio Dwight. Las primeras eran muy elaboradas, aunque algo obvias (meter todo su material en gelatina), pero poco a poco fueron haciéndose mejores, como cuando Jim le cuenta a cámara que ha estado moviendo la mesa de Dwight hacia el baño, un poquito cada día, centímetro a centímetro, hasta que ha acabado junto al inodoro. Temía que estas bromas se acabaran cuando Jim pidió el transfer a la oficina de Stamford, pero por suerte, este chico tiene recursos:

“I don't have a ton of contact with the Scranton branch, but, before I left, I took a box of Dwight's stationery. So, from time to time, I send Dwight faxes. From himself. From the future: “Dwight, at 8am today, somebody poisons the coffee. Do not drink the coffee. More instructions will follow. Cordially, Future Dwight”.

Michael Scott seguía sin hacerme mucha gracia, así que seguí fijándome en otras cosas: la relación de Pam y Jim, por ejemplo. Una enternecedora historia de miradas, juegos y frases a medio decir, que Jenna Fischer y John Krasinski han sabido transmitirnos de manera magistral. ¿Quién no ha odiado a Roy alguna vez, por no dejar libre a Pam para que pudiera, por fin, ser feliz?

Y además de todo eso, estaba Stanley, la versión en carne y hueso de Cleveland de Padre de familia, o Kevin ese zoquete encantador de contabilidad, o Angela la ultraconservadora de la oficina (que pronto se convierte en novia de alguien, a pesar de no aprobar los romances en el lugar de trabajo). Y Phyllis, y Ryan, y Toby… todos absolutamente geniales.

Y luego, de repente, mientras disfrutaba con esta nueva familia, caí en la cuenta de que había un nexo común entre todos ellos, el punto de referencia en el que todos se apoyaban para ser aún más divertidos: Michael Scott, el gran Steve Carrell, ese Jim Carrey venido a menos que poco a poco, pasito a pasito, había conseguido llegar a lo más alto del podio, y alzarse con el primer puesto de loco de la oficina. Es difícil describir a Michael. La mayor parte del tiempo no es más que un bufón del que todos sus empleados se ríen, pero hay momentos en los que esa risa se convierte en lástima… y ahí es aún más divertido.

Durante la segunda temporada me gustó especialmente su relación con Jan, su jefa en la central de Nueva York, y cómo evita hablar delante de la cámara de lo que pasó aquella noche, aunque en el proceso de absolutamente todos los detalles.

El caso es que he visto la segunda temporada en 2 días, devorando capítulo tras capítulo, y ya llevo 8 de la tercera, por lo que pronto me pondré al ritmo de USA, y podremos empezar a disfrutar todos al unísono de esa joya que yo tenía enterrada y que, por suerte, salió a la luz.

domingo, junio 01, 2008

OTRA SEASON FINALE PARA LA HISTORIA

Se acabó. Al menos por este año. Lost nos ha dejado hasta enero con otra de esas season finales que nos quitan la respiración y nos dejan casi de rodillas frente al televisor, alabando a Carlton Cuse y a Damon Lindelof por regalarnos esta maravilla de la televisión. Puede que el efecto que ha causado este There’s no place like home no haya sido igual de impactante que el pasado Through the looking glass, pero nadie podrá negar que volvemos a estar ante uno de los mejores capítulos de toda la serie, y la buena noticia es que hemos dicho esta frase muchas veces durante esta maravillosísima 4ª temporada.

SPOILERS 4x12-13

Si os parece, comenzamos por la Isla. Nos quedamos con los militares llevando a Ben de camino al helicóptero. Cuando Ben le pregunta a Keamy si fue Charles Widmore el que le ordenó matar a su hija, aunque no llegue a contestarle, la cara del militar es, durante un segundo, casi de arrepentimiento, o sea que tenemos que entender que sí que tenía ordenes de acabar con Alex.

Justo después, Los Otros, con la ayuda de Kate, tienden una emboscada al grupo militar y mueren todos menos Keamy (que casualidad…). Uno de los indicios que nos avisan de que estamos en la season finale, es que Sayid se pone el chip Jack Bauer y nos deleita con alguna pelea o asesinato coreografiado. El año pasado fue ese rompecuellos con los tobillos, y este el rifirrafe con Keamy, justo antes de que Richard le dispare.

Volvemos a ver a los Otros, que ya aceptan a Locke como su nuevo guía, enviado por Jacob, pero seguimos sin saber absolutamente nada de ellos: ¿por qué los de la cola se unieron a los nativos? ¿por qué son tan leales a Jacob? ¿Dónde narices está el Templo?

En La Orquídea, Locke le pide a Jack que se quede en la isla, poniendo como motivos los tan desgastados “no estás destinado a irte” y “todos estamos aquí por una razón”. Locke le dice que tiene que proteger la isla porque allí ocurren milagros, y Jack sentencia que “no existen los milagros”, pero el doctor parece olvidar que unos cuantos años atrás operó a una mujer con cero posibilidades de volver a andar, y que, sin embargo, lo hizo al poco tiempo. Momentos antes de aquello, cuando se encuentra con un joven Desmond subiendo y bajando escalones, Jack le aseguró que si aquella chica conseguía volver a levantarse, “sería un milagro, brother” (2x01, Man of science, man of faith).

Una vez que no consigue convencerlo, Locke y Ben bajan por fin a La Orquídea, y resulta ser muy parecida a las que ya conocíamos. Nada más entrar, resulta graciosa la pregunta de Locke: “¿Es esta la caja mágica?”. Parece que sigue sin creerse lo de que aquella caja era una metáfora (3x19, The man of Tallahasse)

Locke empieza a ver el video de orientación de la escotilla, pero se para justo cuando viene lo interesante (para los curiosos, aquí os dejo el Making off de ese vídeo).

Mientras Ben está metiendo cosas metálicas en la cápsula, Keamy baja y Ben pierde completamente la cabeza y le rebana el cuello, lo cual, lógicamente provoca que se pare su corazón y que se active el mecanismo para la bomba del carguero.

Mientras, en el propio barco, Desmond parece saber mucho sobre bombas, pero no sabe cómo desactivarla. Michael es ya totalmente consciente a estas alturas de que va a morir sí o sí, y que la Isla le va a liberar por fin de su culpa. Sin embargo, Jin no parece entender que tiene una mujer y un hijo en camino, y que tiene que salir de ahí cagando leches.

Sin embargo, difícilmente podrá hacerlo en el helicóptero, que pierde combustible y tienen que aligerar peso. Hurley pone una cara de culpabilidad porque sabe que ese comentario va para él, pero será Sawyer el que, cuidando de su amigo, le pide a Kate que ayude a su hija (como luego vemos que hace en el 4x10) y se tira al vacío. Por fin sabemos cómo “eligió” quedarse.

Y también sabemos cómo Jack le salvó la vida a Kate, según dice él en aquel mismo episodio: impidiendo que fuera a buscar a Jin al interior del barco. Porque no nos engañemos, si hubiese ido, ambos estarían muertos ahora, ya que la bomba explota segundos después, con Jin en la cubierta pidiendo ayuda. La imagen de Sun gritando desde el helicóptero para que vuelvan a recoger a su marido es realmente sobrecogedora.

Así que las lágrimas de Sun ante la tumba de su marido (4x07) eran reales, pues aunque el cuerpo de Jin no estuviera allí, efectivamente, había muerto. Así que ya sabemos que Jin no es uno de los que “elige” quedarse en la isla, sino que se suma a la lista de bajas que ya estaba formada por Boone, Shannon, Ana Lucía, Libby, Mr. Eko y Charlie (sí, no he incluido a Nikki y Paolo, ¿qué pasa?). Por cierto, no se si habréis visto ya todos la escena eliminada de la rueda de prensa de los Oceanic 6, en la que descubrimos al fin los nombres de los otros supervivientes al accidente, que murieron días después en la isla: Boone (con heridas internas), Libby (durante la primera semana) y Charlie (ahogado).

La elección tiene bastante sentido, ya que en caso de que encontraran al resto de supervivientes, nunca encontrarían a estos 3, puesto que efectivamente, todos están muertos, y además, curiosamente, de la misma manera que ellos indican en el comunicado.

Por cierto, un segundo antes de explotar, Christian, en calidad de mensajero de la Isla, libera a Michael y, por fin, le deja morir.

Volvemos a La Orquídea, donde Ben, tras ponerse la cazadora con la que apareció de repente en el desierto en el 4x09, le pasa oficialmente el testigo a Locke, que se dirige al campamento de los Otros y, en una alucinante imagen de él en lo alto de la colina, con sus nuevos súbditos a sus pies, se produce el relevo: Locke es el nuevo líder de la Isla.

Mientras, Ben se dirige al lugar desde el que moverá la isla. Aunque en el video explican que en esa estación han conseguido trasladar seres vivos en el plano espacio-tiempo, Ben no le da a la cabina el uso que todos pensábamos, y parece querer sobrecargar la cúpula para que, simplemente, se haga un agujero en la parte de atrás y poder pasar a una especie de pasadizo, sospechosamente parecido al que tenía en su propia casa (y desde el que pareció “invocar” al humo negro)

La semana pasada dije que estaba convencido de que La Orquídea estaba destinada a investigar los viajes en el tiempo y en el espacio, y también sospechaba que desde ese mismo lugar se trasladaría al Irak de dentro de 1 año. Y todo esto se nos confirma cuando vemos que sufre la misma herida en el brazo con la que aparece en el desierto, antes de pegarle la paliza a los iraquíes a caballo.

Me ha parecido impresionante la cara de sufrimiento de Ben, que literalmente está llorando, mientras gira el torno, porque realmente se está dando cuenta en ese momento de que jamás volverá a su adorada isla. En ese mismo instante, aderezado por la prodigiosa mano de Giacchino, asistimos a uno de los momentos que pasarán a la historia de Lost como uno de los más espectaculares y misteriosos: la isla desaparece ante nuestros ojos. ¿Dónde se ha trasladado? ¿De donde ha adquirido un trozo de tierra esas propiedades mágicas? Son preguntas que no creo que resolvamos hasta la 6ª y última temporada.

Aunque yo haya alucinado con esa escena, lo cierto es que el hecho de ver como se evaporiza la isla ha sido, para que nos entendamos, como ver una peli porno, cuando lo que tú en realidad quieres ver es una erótica. Casi prefieres la insinuación de lo que ocurre, a ver explícitamente lo que ocurre. En mi opinión se nos ha mostrado demasiado claramente lo que ha ocurrido con la isla. Como somos, ¿verdad? Tanto tiempo pidiendo que nos den respuestas, y cuando por fin obtenemos una clarísima, nos quejamos porque nos han enseñado demasiado.

Los del helicóptero se dan cuenta de que la isla ya no está, y Jack propone a Frank que aterrice en la otra isla, donde está la estación de la Hidra, lugar en el que les tuvieron retenidos a él, a Kate y a Sawyer durante los 6 primeros episodios de la pasada temporada. Pero esa parte también ha desaparecido.

Así que el helicóptero se estrella en el agua con los Oceanic 6, más Desmond y Lapidus, así que esta gente puede considerarse afortunada, porque ya han sobrevivido a dos accidentes aéreos. Eso sí, Jack, dentro de su cabezonería, sigue poniendo caras raras cuando, en la balsa, Hurley dice que todo eso es un milagro, y sigue rebatiéndole el hecho de que Locke moviera realmente la isla.

Justo mientras están hablando aparecen unas luces en la lejanía. ¿Fui el único que empezó a temer porque se reviviera lo ocurrido al final de la primera temporada, cuando Tom y los suyos raptaron a Walt e incendiaron la balsa de Michael? Porque el timing es idéntico: luz en el horizonte, caras de incredulidad, fogonazo de luz cuando les descubren, y todos gritando como locos para que vayan a recogerles, aunque todo esto bajo una música demasiado intrigante como para que lleguen buenas noticias.

Pero no, esta vez sí que son buenas noticias… ¡¡son Penny y los portugueses del final de la segunda temporada!! Ha seguido buscándole y por fin, por fin ha encontrado a Desmond. No os podeis imaginar lo muchísimo que me alegré aquí, porque yo era de los que pensaba que la historia del escocés era demasiado bonita para terminar bien, y Lost no es muy dada a ese tipo de happy endings.

Y sin embargo, ahí está Penny, tan bella como siempre, boquiabierta porque ahí, en una balsa en medio del océano, en mitad de la noche, ahí está su constante, y porque después de más de 3 años, Desmond vuelve a besar al amor de su vida. Eso, añadido a la música y al hecho de que he llorado las 3 veces que he visto ya esta escena, la convierte en uno de mis momentos favoritos de toda la season finale.

Penny por fin conoce a los supervivientes. Uno a uno van pasando y presentándose, pero cómo no, Jack tenía que romper la magia y comenzar con su mentira. Dicha mentira consiste, en una primera fase, en salirse 3000 millas de su rumbo y dirigirse hasta Membata, la isla donde finalmente son encontrados por la gente de Oceanic. Justo antes de salir del barco de Penny, Jack se despide de Desmond con el ya mítico “See you in another life, brother” que él le había dicho antes a Jack en el flashback del 2x01. Era de cajón que esa iba a ser la última frase entre esta peculiar pareja.

Muchos pensarán que aquí acaba la historia de Desmond en Lost, pero yo sinceramente creo que es un personaje demasiado carismático como para dejarlo fuera. Además, no hay que olvidar que su novia es la hija del tío que ha intentado matarlos a todos, y que 3 años después seguirá buscando la isla cueste lo que cueste.

Antes de ir a los flashforwards, un apunte muy importante desde la playa: Charlotte ya ha estado en la isla. Es más, se da a entender, según Miles, que ha nacido en allí. Una teoría: ¿habremos encontrado por fin la respuesta sobre qué le pasó a Annie, la amiga de la infancia de Ben (3x20, The man behind the curtain)? Por edades la verdad es que la cosa está un poquito cogida con pinzas, y además no hay que olvidar que Ben le pegó un tiro en el 4x02 (menos mal que con chaleco de por medio), pero esto pudo ser debido a que Ben solo conocía su nueva vida, no su pasado.

Ah!, y para los que os guste lo de la numerología, en la cola del helicóptero se puede leer N842M. Pero supongo que os habréis dado cuenta todos.

Vamos con el plato fuerte: los FLASHFORWARDS

Continuamos justo donde se quedó el final de la 3ª temporada. Y nunca mejor dicho, porque después del ya famoso grito de “We have to go back” de Jack, Kate pega un frenazo y da marcha atrás para preguntarle al doctor cómo, después de todo lo que han pasado en la isla y lo terrible que fue el día que se marcharon, cómo, repito, se le ocurre decir que tienen que volver. La cara de acojonado de Jack cuando la ve andar hacia él no tiene precio.

Por fin sabemos donde situar este flashback: 3 años después de la salida de la isla. Y parece que un tal Jeremy Bentham ha ido hablando con los Oceanic 6 intentando convencerles para que vuelvan. Kate no le creyó, pero Jack parece que sí.

Después de una soberbia bofetada, Kate le dice que “aún sigue explicándole a Aaron por qué él ya no está”. Sin embargo, no puede haberle contado a Aaron que Jack es su tío, porque eso convertiría a Kate en la hermana de Jack, y ante esta incongruencia, le habría tenido que confesar que su verdadera madre no es ella, sino otra mujer llamada Claire. También puede darse el caso de que le hayan contado la verdad, pero sinceramente, dudo mucho que hayan dejado caer esa bomba sobre los hombros de un niño de 3 años.

Ya es oficial: Walt jugará en los Lakers la próxima temporada, porque como siga creciendo a este ritmo va a superar a Kobe Bryant. Han pasado por alto la explicación de por qué ha crecido tanto (Lindelof y Cuse dijeron que había una muy creíble). Cuando lo he visto entrar, pensaba que iba a pedirle los 20.000 dolares que le ganó jugando al Backgammon (1x14, Special), y que, recordemos, Hurley le dijo que cobraría.

Sin embargo, la cosa es más seria. El tal Jeremy Bentham no solo ha visitado a los Oceanic 6, sino también a Walt. Es decir, que ha ido en busca de TODOS los que, por una causa u otra, habían abandonado la isla. Le pregunta por qué están mintiendo, y por fin Hurley nos confirma lo que tanto sospechábamos: están mintiendo porque es la única forma de proteger a los que se quedaron. Walt, por desgracia, cree que su propio padre aún sigue en ese grupo.

Sayid, que según mis cuentas lleva ya 2 años trabajando para Ben, va a ver Hurley al manicomio (previamente ha matado a un espía de Widmore a las 8:15 de la noche). Hurley está jugando al ajedrez con Mr. Eko, pero esto ya me parece una vacilada de los guionistas. Sayid quiere llevarselo a un lugar seguro. Ignoro que otro sitio puede ser, además de la isla, pero Hurley deja bien claro que no quiere volver.

Sun viaja a Londres y habla con Widmore. Podemos deducir que siguen en ese espacio temporal de los 3 años desde la salida de la isla, porque Ji Yeon ya sabe hablar (más o menos). El tema es que le dice a Widmore algo que a nos va a dejar teorizando una buena temporada: los Oceanic 6 no son los únicos que han salido de la isla. Se está refiriendo, lógicamente a Desmond, al que supongo que ya habrá visto con Penny, pero la pregunta es: ¿hay alguien más fuera de la isla? Yo supongo que además, de Desmond, es el muerto del ataúd, pero me cuesta cerrar esta puerta.

En cualquier caso, más adelante descubriremos que la segunda persona a la que Sun culpa por la muerte de su marido, tal y como le dice a su padre en el 4x12, no es otro que Jack.

Kate, en su flashforward, tiene un extraño sueño en el que recibe una llamada que le dice que la Isla la necesita, y que tiene que volver antes de que sea demasiado tarde. Llamadme paranoico, pero la voz al otro lado de la línea, sobre todo al principio, se parece muchísimo a la de Sawyer.

El caso es que oye ruidos y va a ver cómo está Aaron, y una vez allí, se encuentra con Claire, igual de intrigante que en la cabaña de Jacob en el 4x11, y que le ruega que, si vuelve, no se lleve a Aaron con ella.

De vuelta a Jack, este decide, tras su conversación en el aeropuerto con Kate, volver a la funeraria Hoffs Drawlar a echarle un vistazo al tal Jeremy Bentham. Allí se topa con Ben, que también ha ido a comprobar si es cierto lo que dicen. Hablan un rato y descubrimos que Bentham le dijo a Jack que después de que se marcharan, ocurrieron cosas terribles en la isla, y que la culpa de todo era suya, por marcharse, así que ahora estaba en la obligación de volver. Pero Ben le dice que la isla no dejará volver solo a uno, sino a todos juntos. También le dice que él puede ayudarle a juntar al resto, por lo que ya sabemos que Sayid estaba conduciendo a Hurley de nuevo hacia la isla, aunque él lo negara, y suponemos que también hablará con Kate y Sun para reunir de nuevo a los Oceanic 6.

Aunque cuando Ben dice “a todos”, eso también incluye al que está en el ataúd… que no es otro que Locke. Por cierto, me ha encantado volver a oir la misma melodía que suena al final de la primera temporada, cuando por fin logran abrir la escotilla y la cámara desciende por ella mientras vemos en lo alto a Jack y Locke.

Vale, momento teoría: aunque en un primer momento no nos demos cuenta, podíamos deducir quien iba a ser Jeremy Bentham desde el minuto 18, cuando Locke y Jack están teniendo su conversación en La Orquídea, y el primero le dice que, si se marchan, tendrán que mentir. Tal y como Hurley le dice a Walt, eso es lo que Jeremy Bentham está echándoles en cara a los Oceanic 6.

Viéndole ahí fuera, se nos confirma que, al igual que hacía Richard cuando iba a buscar a Juliet (3x07, Not in Portland) o al propio Locke de niño (4x11), John también salía de la isla de vez en cuando. Supongo que a estas alturas, Locke sería ya un maestro supremo en lo que a la mitología de la Isla se refiere, y estoy seguro de que a muchos nos encantaría tener una charla con él.

Aunque hay una cosa que me tiene intranquilo: en la season finale pasada pudimos ver la captura del trozo de periódico en el que Jack lee que Jeremy Bentham se ha suicidado, pero lo raro es que ahí también pone que “dejaba un hijo adolescente”. Hace tiempo creí leer que querían reescribir ese papel porque algunas cosas eran inexactas respecto a lo que iba a pasar en realidad (es decir, que fuera Locke el muerto), pero me pregunto si ese dato será un pufo o si tenemos un pequeño Locke por ahí corriendo…

Para los curiosos, en Lostzilla.net han descubierto un par de finales alternativos para este capitulo, que los guionistas tenían guardados por si había algún cambio inesperado en la historia antes de esta season finale. Os dejo el enlace aquí, y os recomiendo que los veáis porque son realmente curiosos.

Puff, perdón por la parrafada pero esta season finale ha sido muy intensa, de las que nos gustan: con explosiones, revelaciones, sorpresas, constantes, y sobre todo, más preguntas. No se vosotros, pero a mi me ha encantado este final de temporada, y ya estoy deseando ver el 5x01.

Ahora “solo” toca esperar 8 meses hasta el comienzo de la próxima temporada, la penúltima de la serie, y que tendrá la durísima labor de superar a su antecesora, que se ha convertido por méritos propios en la mejor de toda la historia de Lost. La cuenta atrás ya ha comenzado para muchos de nosotros, y el camino va a hacerse larguísimo, pero siempre podemos volver a rememorar una y otra vez esos apasionantes momentos que hemos vivido hasta aquí. Porque, y seguro que muchos estáis de acuerdo cuando digo esto, Lost ha dado ya muestras sobradas de que es la mejor serie de la historia de la televisión.

Un saludo y nos seguimos leyendo por el Rincón!