Pues sí amigos, se acaba la discreta marcha del campeón de Europa este año en la Champions. trás el duro correctivo sufrido en el partido de ida en el Camp Nou (1-2 y una imagen lamentable) ayer, Martes 6, se cumplieron los peores pronósticos y el F.C.Barcelona, a pesar de salir vencedor de Anfield Road, toda una hazaña, no logró remontar el resultado de la primera manga y se vió apeado de la competición en el primer cruce.
Desde el principio de año se vió claro que este no era el año de la reconquista. Aunque empezamos vapuleando a un flojo rival (Levski) por 5-0 en casa, pronto el Chelsea nos sacó los colores en ambos partidos y solo pudimos clasificarnos para la siguiente fase ganando un agónico partido al Werder Bremen en la última jornada de la liguilla. Luego, en el sorteo, parecía que el Liverpool, era uno de los más asequibles, pero las lesiones de Eto'o y Messi mermaron sensiblemente la capacidad atacante de los nuestros, y eso se notó muchísimo en un confiado Barça en el partido de ida, y aunque volvió a jugar el tridente mágico en la noche de ayer, era evidente que ni Eto'o ni Messi están para jugar un partido a este nivel. Y Ronaldinho, a pesar del jugadón de la noche (igual que el del Barça-Chelsea del año pasado, con el que marcó el 1-0) tampoco cuajó una buena actuación.
La primera parte fue enteramente del Liverpool, con 10 disparos a puerta, entre ellos 2 tiros al travesaño que nos pusieron a todos los culés los innombrables por corbata. El partido era un asedio contínuo, y los reds pronto demostraron que no iban a salir a especular. Aun así, supimos despertar en la segunda parte y, siempre con el balón en los pies (arrollador 60%-40% de posesión a nuestro favor) pudimos crear ocasiones y maniatar al Liverpool, que tras el gol de Gudjohnsen a falta de 17 minutos para el final, terminó de arrinconar atrás al equipo inglés, mostrando una increible solvencia para despejar todo lo que llegaba.
Estaba claro que la camiseta amarilla iba a dar suerte anoche, y de hecho, sigue imbatida en Europa, pero no fue suficiente para eliminar a un gran Liverpool que en el conjunto de la eliminatoria fue mejor que el Barcelona, y que mereció este pase a cuartos de final, por mucho que me duela admitirlo. Ahora solo queda esperar que esta noche Makaay y sus compis tengan a bien darnos una alegría a todos los culés. Será solo un pequeño resarcimiento, pero algo es algo....
Además, siempre nos quedará París...
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