¿Sabéis lo que significa que os roben una ilusión? Supongo que si. Y sin duda, seguro que a muchos os habrán quitado la ilusión en aspectos de la vida mucho más duros que lo que me ocurrió a mi el pasado lunes, el primero de agosto, cuando por fin, después de mucho tiempo de espera, me disponía a sacarme mi abono del Real Murcia para esta nueva temporada 2007/2008 que pasaremos en primera división. Me preparaba ya para esos soñados domingos de fútbol, saliendo hacia el estadio con mi padre y mi novia, dispuestos a pasar la tarde disfrutando de la liga de las estrellas, de los goles, del nuevo campo que a tantos ha ilusionado, del bocadillo del descanso. Se iba a cumplir mi sueño. Un verdadero apasionado del fútbol iba a poder disfrutar al fin del fútbol en todo su esplendor, dejando de lado, por una vez, la compra de partidos en PPV y gritando por primera vez en el campo para animar a tu equipo. Ese era mi sueño, esa era mi ilusión, el motivo por el que me levanté ese día a las 7 de la mañana para ir a hacer cola… pero no pudo ser.
Nos las prometíamos felices la víspera de los hechos, pues en el periódico local "La Opinión", anunciaban que aún quedaban 2.752 localidades libres en el fondo norte, la zona que yo quería, por ser la única que me podía permitir, y las cuentas estaban claras: era imposible que se agotaran todas esa misma mañana, y mucho más difícil era que yo no consiguiera las mías, estando allí 3 horas antes de que abrieran las taquillas. Además, en dicho periódico se felicitaban de que el club iba a poner a disposición de los allí presentes unas zonas de sombra a lo largo de todo el estadio, así como reparto gratuito de agua. Para mayor gloria del club, un vigilante iba a repartir unos tickets que luego darían derecho a comprar tu abono, con lo que sería imposible que nadie, por muy pillo que fuera, se colara y acabara fastidiando a todos. En definitiva, el objetivo principal era evitar las lamentables condiciones que se dieron hace 3 temporadas, en las mismas fechas, la última vez que el Murcia alcanzó la Primera División.
Ya os podéis imaginar que no cabía en mí de alegría. Todo parecía estar preparado. Sonó mi despertador a las 6:30 de la mañana. Desayuné, nervioso, imaginando ya esas tardes de domingo largamente anheladas, viendo al Sevilla, al Atleti, al Madrid, al Barça… a mi Barça. Mi novia y yo salimos hacia el campo, donde esperaba ya mi padre. Mi alegría fue mayor cuando vi que delante de él apenas sí habían unas 100 personas. ¡¡¡Era imposible que se escapara ese abono!!!... Y entonces llegó la debacle.
El lunes 6 de agosto de 2007, a las puertas del estadio "Nueva Condomina", se dio un paso atrás en esta supuesta sociedad moderna en la que vivimos, y como si de una película de ciencia ficción se tratase, cogimos nuestra vieja máquina del tiempo y volvimos todos por unas horas a la edad de piedra. Las ilusiones de muchos apasionados del fútbol como yo murieron aquella mañana, en aquel mismo instante. Para empezar, las zonas de sombra se las debió llevar el viento, pues allí no estaban instaladas, tal y como gritaba el club a los cuatro vientos. Luego, los 5.000 tickets que iban a ser repartidos, se vieron reducidos a tan solo 1.000 aquella mañana, hecho que no me apenó en exceso, pues como he dicho antes, solo habían unas 100 personas antes que nosotros. Pero en aquel momento, volví a comprender por qué el género humano es el de más baja calaña. Gentuza de todas partes de Murcia salió de sus escondrijos, de los basureros que ellos llaman hogar, y empezaron a saltarse la cola, adelantando por la derecha a todos los que esperábamos, para ir a hacer bulto a la parte donde el vigilante daba los tickets. No importaba quien estuviera allí antes, solo había que alargar la mano y coger todos los que pudieras. "¿Quieres un ticket? ¡Da igual! ¡Coge 5, no vaya a ser que se acaben!" Lo que hasta ese momento era una organizada cola, se convirtió en una merienda de negros. Un desgraciado sinvergüenza que pasó a nuestro lado, y que había aparecido por allí a las 11 de la mañana, alardeaba de haber conseguido 7 tickets, y que los vendía "por solo 50 euritos". Lo lógico y aceptable en ese momento habría sido partirle la cara por tres sitios, pero no nos podíamos rebajar a su nivel. Aunque esta parte tiene mucha más historia, acabaré aquí con el tema de los tickets, pues, por milagroso que parezca, al final conseguimos los que necesitábamos, y pudimos colocarnos en la otra cola, la de la taquilla.
Las cuentas volvían a ser fáciles: 1000 tickets, a un abono por ticket: 1000 abonos, y si quedaban, tal y como auguraba el periódico el día antes, 2.752 localidades de fondo norte, era de cajón que conseguiríamos la nuestra. Pues bien, después de 2 horas de pie, a escaso metro y medio de la ventanilla, se anunciaba que tan solo quedaban ¡¡¡¡¡¡100 localidades!!!!!! y que por supuesto, todas eran salteadas, fulminando así nuestras posibilidades de sentarnos, ya no juntos, sino medianamente cerca unos de otros. Además, ante la difícil decisión de escoger una localidad u otra, la gente tardaba más de 30 minutos en obtener su carnet, por lo que durante las 2 horas que aguardé, como digo, a escasos centímetros de la taquilla, apenas pasaron por ella 3 ó 4 personas, machacando del todo mi moral y hundiéndome, literalmente, en la miseria. Para terminar con aquel calvario, se hicieron las 13:30, y la ventanilla debía cerrar, porque supongo que es un sacrilegio tener a un trabajador sentado, con su aire acondicionado, tecleando en un ordenador, durante más de 4 horas, en un día clave de venta de abonos ¡Cómo se me ocurre semejante idea! Dicho y hecho, cerraron la ventanilla, dejando tirados a todos los aficionados que nos agolpábamos a las puertas del estadio, mendigando un maldito abono, que a esas alturas, yo ya sabía que jamás conseguiría.
Al día siguiente, se ponían a la venta más localidades para la grada lateral, cuyo precio era de "solo" 550 euros (la más barata), precio que, aunque pudiera pagar (que no puedo), no pagaría, pues aquel día quedó demostrado que un club que es capaz de dejar tirados en la mierda a sus aficionados, para favorecer a los sinvergüenzas que dieron rienda suelta a su impulsos criminales, no se merece que una persona honesta les enriquezca.
Queden estas líneas, para expresar mi descontento y mi profundo dolor por no poder disfrutar del fútbol, por haber esperado tantísimos años a tener esta oportunidad, y que por culpa de la lamentable organización y una grave negligencia del Real Murcia, se haya convertido en otro sueño que no voy a poder cumplir.
GRACIAS REAL MURCIA. eRLuiH.
3 comentarios:
NO HAS DICHO QUE GRACIAS A QUE TIENES UN TIO QUE ES GENIAL Y QUE ES SOCIO DEL REAL MURCIA PODRAS VER A TU BARÇA
Jajaja, bueno ya hablaremos tranquilamente de eso. Y es cierto, mi tio es un crack, pero me lo lleva demostrando ya toda la vida, no solo con esto.
Por cierto, ahora he vuelto a leer el post y la verdad es que estaba cabreado eh!!
Un saludo tito
Hola.
Todo lo que has dicho sería de 10 si no hubieras dicho "ver a mi Barça".
Si todo lo que has puesto hubiera culminado con un ver a "mi Real Murcia", tu artículo sería de matrícula.
Si queremos a un gran Real Murcia debemos auparlo todos los murcianos y no apuntarnos al carro cuando sube, si es que sube, y para ver a madriles y barsas.
La razón de que el Real Murcia no sea grande y tenga una tradición buena en primera es que la población no lo apoya como debería.
Con un municipio de más de 400.000 habitantes detrás y una región de casi 1500.000 habitantes no es normal lo poco que ha estado el Real Murcia en primera, salvo que uno se moleste en ver el apoyo "histórico" que ha tenido el club y ahí lo entiendes todo.
Viva el REAL MURCIA, SIEMPRE.
Y Samper go home. Ya te hemos aguantado bastantes años.
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