MADRE DE JACK (30 Rock): "Supongo que pensarás que los padres de Liz son más cariñosos que yo"
JACK: "Madre, hay células terroristas más cariñosas que tú"

lunes, octubre 17, 2005

MASACRE DE PAINTBALL EN CALASPARRA

Hay juegos que sacan el instinto más salvaje de cada uno, juegos cuya descarga de adrenalina es tan grande, que permite conocer un poco más a las personas. No ha sido el caso del día de Paintball que hemos pasado todos los compañeros de trabajo hoy en Calasparra (Murcia). Hoy ha sido un día para disfrutar, para reir, para pelear, para gritar,... un día para no olvidar.
Este tipo de días, como no, suelen estar llenos de anécdotas. La primera es que, cuando estábamos ya esperando en el punto de encuentro a nuestro contacto de la empresa de paintball, resulta que hemos aparecido en el sitio equivocado, y que dicho punto estaba a más de 25 kms de donde nos encontrábamos nosotros. Empezamos bien.
Nada más llegar, nos colocan unos monos, una careta que olía a sudado y nos dan un pedazo de rifle con balas de pintura, capaz de disparar a 290 km/h, lo cual es una burrada, y os aseguro que duele cuando te pega en todo el costado la jodida bolita de las narices. El monitor intentaba acojonarnos, pero no lo consiguió. Nosotros somos más duros que la mierda palomo.
Pusimos rumbo al campo de tiro. Se mascaba la tragedia. Hicimos dos equipos (rojo y verde), colocamos nuestras banderas, y a plantear la estrategia. En mi equipo contábamos con Carmen, que resultó lesionada en una mano a las primeras de cambio, y que se convirtió en corresponsal de guerra. También iban Carmen Mª (todo estilo para disparar) y Guillermo. Como se notaba que este era el único que había hecho la mili... También estaba Carolina, nuestra avanzadilla hacia la bandera. Bueno, y yo, en pésima forma física pero disparando a todo lo que se meneaba (incluido a los que no tenían balas, jejeje)
En el otro team iban Jezú (el que más cobró), Migué (el segundo que más cobró y que se cubría con los bidones, dejando el culo en pompa a tiro), Adrian (me cagaré en ti toda mi vida, cabrito) y la sanguinaria Patricia, que disparaba sin mirar y nos daba a todos.
La victoria de nuestro equipo fue aplastante. Nos ganaron la segunda manga, pero tras una heroica recogida de bandera por mi parte, después de recorrer todo el campo y siendo acribillado por Jesus fuera de tiempo (después me vengaría), el equipo verde se hizo con la victoria final. Épico señores, épico. E aquí documentos gráficos que atestiguan tan descomunal masacre. Juro que las heridas son de verdad.
Luego nos fuimos a comer un magnífico arroz al santuario junto al río, en un estupendo restaurante elegido por Carmen. Comentamos varias veces la jugada, e incluso habían algunos que aun continuaban de color amarillo por la pintura. Por fin, tras una sublime demostración por mi parte del tiro piedra estilo rana, pusimos rumbo de vuelta a casa. Un buen día, sin duda.
El próximo jardin, nos espera la talasoterapia de Archena. A esperar toca!!