MADRE DE JACK (30 Rock): "Supongo que pensarás que los padres de Liz son más cariñosos que yo"
JACK: "Madre, hay células terroristas más cariñosas que tú"

domingo, septiembre 14, 2008

VENDER MARIHUANA NO ES TAN MALO

Hola a todos! ¿Cómo han ido las vacaciones? Las mías, como ya podréis imaginar, de auténtico lujo. Me he tirado 2 meses en la playa (volviendo de vez en cuando para trabajar, eso sí), he dormido y comido mucho, he asistido en directo, en nuestra flamante Nueva Condomina, al partido que la selección campeona de Europa jugó (y ganó) contra Bosnia, y muchas otras cosas que no os voy a contar ahora.

Ante todo, pido perdón por mi prolongada ausencia del blog, pero ha sido por causas de fuerza mayor. No, no han sido las vacaciones (bueno, un poco sí), sino un cambio bastante importante en el curro que me ha llevado a tener muchas menos horas libres de las que tenía antes, y que se han visto reflejadas directamente en mi tiempo y mis ganas de seguir actualizando tal y como hacía antes. De vuelta a la vida normal, sin arena y mar de por medio, intentaré seguir plasmando aquí mis impresiones sobre nuestras series, tal y como he estado haciendo hasta ahora, pero como ya he dicho, el tema del trabajo me va a mantener más tiempo alejado del ordenador, así que no puedo prometer que El Rincón de Luih sea lo que fue durante la pasada temporada, pero prometo que intentaré sacar tiempo de donde sea. Palabra de seriéfilo.

Soltada toda esta parrafada, voy a lo que nos interesa: no he conseguido mantener todas las promesas que hice hace un par de meses, antes de que empezara el verano, y al final no he visto todo lo que me había propuesto, pero sí que he tenido tiempo para ver… mejor dicho, devorar, esa maravilla llamada Weeds. Y ojo que posiblemente haya algún spoiler de la primera temporada.

No creo que aun quede alguien que no sepa de que va esta serie, pero para los más rezagados, resumo: Nancy (Mary Louise Parker) es una ama de casa de un barrio residencial de alto standing de los EE.UU. que, avatares de la vida, se queda viuda de la noche a la mañana. Con ella viven sus dos hijos: Silas (Hunter Parrish), un adolescente que comienza a descubrir esos placeres de la vida que su madre tanto lucha por ocultar, y Shane (Alexander Gould), un genio incomprendido cuya creatividad e imaginación es su única vía de escape ante un feroz mundo del que su padre ya no puede protegerle. Con una casa y dos hijos que mantener, Nancy no encuentra otra alternativa que la de vender marihuana a sus propios vecinos, eso sí, sin que su familia o amigos se enteren.

Weeds tiene ese punto de Mujeres Desesperadas, tan chic pero a la vez tan mordaz, aderezado con grandes dosis de humor negro y diálogos geniales que, unidos a la corta duración de sus episodios, hacen que sea una serie bastante entretenida. Además, como toda buena serie que se precie, tiene sus dos o tres personajes estrella, que le dan ese punto extra que toda producción necesita para triunfar. Para mí, estos dos personajes son, en primer lugar, Celia (una absolutamente genial Elizabeth Perkins) y Conrad (Romany Malco, al que todos recordamos por su memorable actuación en Virgen a los 40, aunque la peli no fuera tan memorable).

Celia es la mejor amiga de Nancy, esa buena amiga que todas las mujeres tienen, a la que le cuentan sus penas y sus alegrías, y que luego usa para apuñalar por la espalda a la menor oportunidad, pero sin maldad y sin perder la amistad. Me encanta la indiferencia con la que Celia afronta casi todos los aspectos de su vida, sobre todo desde que descubre que tiene un cáncer y todo, hasta su propia hija, pasan a un segundo plano.

Conrad, sin embargo, sí que es realmente ese amigo que Nancy tanto reclama, pero también es mucho más: es su camello particular y el que le abre las puertas de un nuevo horizonte dentro del negocio de la droga. Pero Conrad es, además, su protector, su consejero, la persona en la que apoyarse cuando un guardia de seguridad le roba su mercancía, o cuando su dictatorial proveedora (la madre de Conrad) no le fía materia prima.

Todo esto sin desmerecer al pequeño Shane, que como ya he dicho antes, no encuentra otra salida para el dolor por la muerte de su padre, que la de agudizar su ingenio para llamar lo máximo posible la atención de su ocupada madre. Mención especial merece el vídeo en el que juega a terroristas, y en el que se hace pasar por talibán mientras retiene a una infiel. Descacharrante.



No me gustaría irme sin hablar del final de temporada, que me ha parecido sencillamente genial, con esa reunión en el jardín de Nancy, en el que se creaba el nuevo clan de la marihuana, y la sorpresa mayúscula de la protagonista cuando descubre el trabajo de su nuevo amante, muy desfavorable para sus intereses.

Lo que esperaba que en un principio fuera una serie para pasar el rato, sin más, se ha convertido en un refrescante divertimento, con ese humor sarcástico que tanto nos gusta, y con una trama que va más allá de la “simple” madre traficante. Me gustan sobremanera sus diálogos, su mordaz crítica a la sociedad estadounidense y en especial a la clase alta, apretujada en suburbios como Agrestic.

La segunda temporada ya está calentando motores en mi disco duro, y como se que me voy a quedar con ganas de más, ese animal de granja que tanto amamos, ya se está encargando de la tercera. Pronto podremos seguir hablando de la lucha de una madre por sacar adelante a sus hijos y a ella misma… cueste lo que cueste.