MADRE DE JACK (30 Rock): "Supongo que pensarás que los padres de Liz son más cariñosos que yo"
JACK: "Madre, hay células terroristas más cariñosas que tú"

viernes, octubre 31, 2008

CONTANDO LOS MINUTOS...

Vale. A estas alturas de la película, todos habréis visto ya el nuevo trailer de la 5ª temporada de Lost, que comenzará a finales de Enero, principios de Febrero del año próximo. Pero aunque ya lo hayais visto, yo no puedo evitar ponerlo aquí, porque desde que lo he visto, no puedo parar de contar los minutos que faltan para conocer a Jeremy Bentham y ver como vuelven los Oceanic 6 a la isla. Enjoy.
Pero ahí no acaba todo. Quiero aprovechar también para informar a todos los que aún no se han enterado (que supongo que no serán muchos), que la maldita huelga no pudo con la mejor serie de acción de los últimos tiempos, 24, y que volverá para su séptima temporada más o menos a la misma vez que Lost. Además, estoy volviendo a ver 24 desde el principio (ya voy por el final de la 3ª temporada) y estoy empezando a recordar por qué esta serie es tan jodidamente alucinante.
Os dejo primero el trailer de la 7ª temporada (mucho ojo que incluye SPOILERAZO de quien es el malo) y después el de la pelicula que servirá de precuela a esta nueva temporada: 24, Redemption
Ale, llevad cuidado con el charco de baba que se ha formado debajo vuestro. Larga vida a Jack Bauer ;)

jueves, octubre 16, 2008

LA REBELION DE LOS FRIKIS

Si juntamos en una serie a un grupo de frikis, una tia buena y mucho humor nerd suavecito y sin mayores pretensiones, ¿qué obtenemos? Exacto: Big Bang Theory. Porque, señores, estamos ante eso: un producto ligerito, sin profundidad, y que no busca colgarse el cartel de “de culto”. Ni mucho menos.

Tengo que reconocer que no tenía ninguna intención de ver esta serie. Estaba inmerso en nuevos y apasionantes descubrimientos como Weeds, Battlestar Galactica, Fringe, True Blood, etc. y ante este “caviar”, una comedia de este tipo se me antojaba casi “mortadela”. Pero los que me conocéis sabéis que siempre me gusta tener una comedia más bien facilona, de esas con capítulos de 20 minutos, reservada para la hora de comer, para no tener que oir nada más acerca de la crisis que asola España (¿de verdad puede ir a peor la cosa?). El caso es que hace poco terminé con Me llamo Earl, 30 Rock y Scrubs, así que, siguiendo los sabios consejos de mi gran amigo Ánade, me busqué otra que siguiera el mismo rasero que las primeras, y tanto oirle hablar de Big Bang Theory… al final caí, como hombre débil que soy.

La mayoría ya sabéis de que va la historia, pero para los que aún no, os cuento: Leonard (John Galecki) y Sheldon (Jim Parsons) son dos jóvenes físicos (teóricos) que viven su antisocial y frikísima vida en su apartamento, muy lejos de lo que podría considerarse una vida normal. Esto cambia cuando se muda al apartamento de enfrente Penny (una espectacular Kaley Cuoco) la maciza que no puede faltar en toda buena serie teen y que vuelve loco al instante a Leonard. A partir de esta simple premisa, se desarrolla toda la trama.

En el grupo de los empollones, también aparecen Howard (Simon Helberg) un judío con cuerpo raro y con alma de ligón (aunque no con aptitudes) y Rajnesh (Kunal Nayyar) el toque exótico que tampoco puede faltar en este tipo de series, solo que el pobre es incapaz de articular palabra cuando hay una mujer delante. Aunque sin duda, la estrella de la tropa es Sheldon, un personajillo exageradamente inteligente, pero incapaz de adaptarse a una sociedad que lo rechaza por ser tan condenadamente listo. “Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, todos los necios se conjuran contra él” (¿habéis leído “La conjura de los necios”?). Sheldon tiene el don de volver loco a todo el que se encuentra a su lado: Leonard, que se esfuerza por llevar una vida normal, se topa a cada momento con correcciones y reproches de su compañero; Penny, que la mitad de las veces no consigue descifrar lo que dicen sus vecinos, es el principal blanco de sus iras, por su inteligencia inferior.

No estamos, ni mucho menos, ante un nuevo Dwight o un nuevo Barney, pero tengo que reconocer que Sheldon tiene sus momentos. Su desquiciante obsesión por buscar la lógica científica a todos los aspectos de la vida, a veces conducen a Big Bang Theory a situaciones bastante entretenidos, si bien han sido pocas las veces que me he reído a carcajada limpia (como me pasa cada dos minutos con HIMYM o The Office).

Otro punto a tener en cuenta es Penny. Lo poco que aporta como actriz, lo compensa con el bien que le hace a la vista masculina. Vale, nunca será Kate, Tyra Collette, Joy o Sarah Lancaster, pero los guionistas parece que le han pillado el truco al asunto y si hacemos un visionado rápido de todos los capítulos, observamos el extraño fenómeno que se conoce como “cada-vez-menos-ropa” o Síndrome de Catalina.

Lo dicho, comedia sin aires de superioridad que sabe lo que vende, y lo vende bien: entretenida, con algunos puntos muy buenos y con personajes a los que les llegas a coger cierto cariño.

Y a ver si esta semana me quito un poco de trabajo de encima y consigo escribir algo sobre True Blood, que vamos ya por el 5º episodio y todavía no he podido averiguar si tiene argumento o solo son escenas al azar.

viernes, octubre 10, 2008

FRINGE: SOBREPASANDO LAS BARRERAS DE LO DESCONOCIDO

Mira que me ha costado aguantarme. Mira que lo he pasado mal viendo como todos escribíais vuestras opiniones sobre la que, según los entendidos, iba a ser la serie de la temporada. El pre-air de Fringe vió la luz antes del verano, justo después de deleitarnos con las season finales de nuestras series de toda la vida. Los rumores y las críticas se extendían como la pólvora. No se podía esperar menos de una serie salida de la mente de JJ Abrams. Sus antecedentes (Alias, Lost,…) eran lo suficientemente satisfactorios como para que la gente se creara ciertas expectativas con esta inquietante serie.

Pero yo no la ví. No la ví en aquel momento porque me recome ese sentimiento de querer ver más y tener que esperar 3 ó 4 meses hasta tener el segundo episodio. Así que esperé, y esperé… hasta la semana pasada, en la que no pude resistirme más y, palomitas y coca cola en mano, pulsé el play del disco duro y… ah! Un avión con turbulencias. Claro guiño a Lost que creo que todos agradecimos que se quedara ahí. No queremos otro Lost. Lost es único e insuperable (Jack Bauer mediante), y lo que nosotros, seriéfilos de pro, necesitamos es una serie igual, pero radicalmente diferente. Y aunque a muchos les pese, JJ lo ha vuelto a conseguir.
Y lo ha vuelto a conseguir porque durante la hora (aprox) que dura el pre-air, no me pude levantar del sofá ni un solo minuto. Tampoco quería. Me encontraba ante una extraña sensación de estar viendo algo familiar. Un comienzo inexplicable con enfermedad de por medio, opening con música inquietante y palabras que nos pueden dar pistas de por donde van a ir los tiros (nanomáquinas, teletransporte, regeneración, materia negra…) y, por último, agentes del FBI. O mucho me equivoco, o estamos ante la versión moderna de nuestra adorada Expediente X. A Peter Bishop y Olivia Dunham aún les queda mucho para llegar a ser los nuevos Mulder y Scully, pero con historias tan estremecedoras como las que estamos viendo hasta ahora, que a nadie le quepa ninguna duda que serán capaces de dejar huella.

Olivia (Anna Torv) es una agente del FBI (hasta aquí, cero en originalidad) que acude a la llamada de Phillip Broyles (Lance Reddick, nuestro misterioso Abbadon, de Lost) otro agente de no se sabe muy bien qué agencia, que le encarga la tarea de investigar una serie de extraños sucesos que están ocurriendo por todo el mundo. El primero, y con el que da comienzo la serie, transcurre en un avión procedente de Alemania, donde un pasajero empieza a mostrar extraños síntomas de una enfermedad que termina por contagiarse a todo el pasaje, la cual comienza a manifestarse mediante desprendimientos y desgarros de la piel y los huesos, transparencia de la carne y, finalmente, la muerte.

Olivia cuenta con la ayuda (aunque no por mucho tiempo) de John Scott (Mark Valley), otro agente con el que comparte algo más que una bonita amistad. El caso del avión no es el último, así que el gobierno le ofrece la ayuda del Dr. Walter Bishop (John Noble, si si, Denethor, senescal de Gondor y padre de Boromir y Faramir en El Señor de los Anillos), una eminencia médica que lleva encerrada en un hospital psiquiátrico más de 17 años. Para sacarlo, y hacer efectiva su custodia, han de sumar al equipo a Peter Bishop (Joshua Jackson), su hijo, tan inteligente como su padre, pero mil veces más irascible.

Una vez conformado el equipo, solo faltan los casos paranormales, y estos no tardan en aparecer. Capítulo tras capítulo, se nos presenta un nuevo caso que se sale de todo lo visto hasta la fecha: crecimiento ultra-rápido, personas que no envejecen, materiales aún por descubrir en la tierra… Capítulos auto-conclusivos pero enlazados entre sí por una conspiración global en la que mucho tendrá que decir Massive Dynamics, una mega-empresa cuanto menos, poco transparente en todos estos asuntos. Como veis, sigue los paralelismos con Expediente X.

Ayer mismo pude ver por fin el 1x04, The Arrival, y tengo que decir que todavía no me he aburrido con ninguno de ellos. He leído por ahí que los creadores fueron muy criticados por la elección de Joshua Jackson para el papel de co-protagonista junto a Anna Torv, pero sinceramente, creo que cumple con creces en su papel de joven genio cabreado con el mundo y con su padre. Además, para mí era el único al que no hubiese pegado un tiro de todo el reparto de Dawson Crece, no se vosotros como lo veréis…

En fin, serie pa’ la saca pero de cabeza, que seguiré semanalmente sin falta y de la que ya iré comentando algo más adelante porque de momento la cosa promete. Y mucho.