Hola de nuevo. Ante todo, disculpas por mi hiatus de estos días. Entre que esta semana he estado con un gripazo de la muerte, y que el sábado se casaron unos amigos míos
(¡¡Felicidades Juan y Celia!!) os podéis imaginar que ayer no fue un día especialmente propicio para escribir. Pero eso sí, al abrigo de una manta y un buen vaso de leche caliente, pude empezar una nueva serie y aquí estoy para daros mi opinión, como es menester.
La serie en cuestión era
Shark, un dvd que tenía aparcado desde hacía tiempo, pero que ayer comencé a ver por ser la única que me queda en español, y como no tenía muchas ganas de ponerme a traducir phrasal verbs, la vi como la única opción factible. La cosa no pintaba mal: un muy buen actor (
James Woods) en una serie de abogados (eso siempre engancha), y con buena crítica (al menos aquí en España). Pronto comprendí que no me hallaba ante nada novedoso. Porque no nos engañemos, Shark no es más que una traslación de House al terreno de los juicios y los tribunales. Eso lo hace un producto atractivo, pero que vive única y exclusivamente de las “perlas” del protagonista (que son muchas, por cierto).
La cosa empieza de una forma bastante previsible. Como buen piloto, nos cuenta, de una manera un tanto rápida y atropellada, como la vida de Sebastien Stark, el abogado defensor más famoso de Los Angeles, da un giro de 180º cuando uno de sus clientes asesina a su mujer, solo unos días después de que se vanagloriara por haberle salvado de la cárcel por pelearse con ella. Esto le hunde en una fuerte depresión de la que solo le hace salir una oferta del propio alcalde de la ciudad, Carlos Gómez, de liderar un grupo de abogados bajo el auspicio de la fiscal del distrito, Jeri Ryan, que le asigna un grupo de jóvenes y guapos abogados, pero inexpertos al fin y al cabo. Así, el abogado defensor más despiadado y egocéntrico de toda la costa oeste de los Estados Unidos, se convierte en…el fiscal más despiadado y egocéntrico de toda la costa oeste de los Estados Unidos. Y a partir de ahí, un sinfín de casos que cualquier abogado del mundo perdería, y que Stark, sin embargo, termina ganando, fruto de su brillante ingenio y uso de las 3 “reglas de oro”:
1. Un juicio es la guerra y perder es la muerte
2. La verdad es relativa
3. En un juicio con jurado, solo hay 12 opiniones que importen
Poco a poco nos van presentando a los Chase, Cameron y Foreman de Stark, que resultan ser unos secundarios sin carisma ni presencia, pero que son imprescindibles para, con sus torpezas, hacer aún mejor a su jefe. Si acaso podríamos salvar de la quema a Madeline (Sarah Carter), la Cameron del grupo, y no porque sea la guapa (que lo es) sino porque resulta convincente en su papel de aplicada y joven abogada, que se convierte desde el minuto uno en la pelota oficial de Stark. Luego termina cayendo en el cliché más viejo del mundo cuando se lía (en el tercer episodio…) con su compañero en el equipo Casey (Samuel Page), el Chase de la serie, el guapo y apuesto niño de papá que terminó en Oxford y después trabajando para el fiscal, gracias a sus influencias. Al resto ni los nombro porque se me ha olvidado hasta su cara… Creo que hay un hispano y una chica de color, para no discriminar a nadie. ¡Vivan los tópicos!
No, en serio. Shark es una serie entretenida, pero que se sustenta única y exclusivamente en el carisma de James Woods, en sus frases, sus borderías, sus gracietas, y en su aplastante superioridad en el estrado, mientras machaca a sus oponentes. Y poco más, porque los casos, si bien no previsibles desde el primer momento, si que se ven demasiado claros en cuanto hablan con el primer testigo, y pierden parte de su interés. Por cierto, aquí, como en House, podemos jugar a ver en qué otras series han aparecido los secundarios que hacen de víctimas o sospechosos en cada episodio. En los 3 primeros ya han aparecido Steven Eckholdt (Mark en Friends, el que le consigue el trabajo a Rachel en Blooming Dale), Jim Jansen (el reverendo de Stars Hollow en Las Chicas Gilmore), el gran Zelko Ivanek (el malvado Drazen de la 1ª temporada de 24 y el ex marido de Julliet, atropellado por un autobús, en Lost), Tomy Rosemont (la sheriff que detiene a Bellick en la 2ª temporada de Prison Break) y así hasta el aburrimiento. Por cierto, a Carlos Gomez, el actor que encarna al alcalde Manuel Delgado, le deben de haber visto cara de poli, porque solo se le ve por este tipo de escenarios. Así que me vengan a la memoria ahora mismo, hace alguna que otra aparición en Boston Legal, Criminal Minds, Monk, Crossing Jordan, Sin rastro, CSI, 24, y estoy casi seguro de que en Alias también.
En resumen, si Gregory House es un egocentrico, narcisista y detestablemente brillante médico de una unidad de élite, con una percepción deprimente de la vida, Sebastian Stark es exactamente lo mismo, solo que aún más egocéntrico, aún más narcisista y con una percepción de la vida, digamos, algo más positiva. Sin embargo, a pesar de las magníficas capacidades interpretativas de Woods, no llega a alcanzar el halo de autenticidad que sí consigue Hugh Laurie, no se si porque fue la novedad o porque realmente puede que sea mejor actor. Claramente han intentado crear el mismo personaje, pero convirtiéndolo en un triunfador, rico, poderoso, pero igualmente vacío por dentro. ¿Les ha funcionado? Para entretenerse un par de tardes, seguro que sí, pero no para convertirse en serie de culto, ni para estar entre las mejores. No creo que nunca llegue a tirarme una tarde entera viendo Shark, tal y como sí que he hecho con otras como 24 o Cómo conocí a vuestra madre.
Eso si, tengo que reconocer que mi percepción de esta serie se ve enturbiada por mi actual cuelgue por Friday Night Lights, que está interesantísima. Ya hablaré largo y tendido de ello, pero puedo ir dando unas pinceladas: Odio a Lyla Garrity por ser tan…tan…por ser tan Lyla, leches!, me vuelve loco Tyra (¿ha alguien no?), me aburro muchísimo con Jason Street y con cada una de sus apariciones en pantalla, y quiero tener la labia de Smash, tanto dentro como fuera del campo. Parece mentira que una serie sobre fútbol americano se haya convertido en mi must see de este nuevo año. Clear eyes, full heart, can’t lose!