MADRE DE JACK (30 Rock): "Supongo que pensarás que los padres de Liz son más cariñosos que yo"
JACK: "Madre, hay células terroristas más cariñosas que tú"

jueves, enero 31, 2008

PREPARANDOSE PARA EL GRAN MOMENTO...

Señoras y señores, hoy es el día. Se que el resto de la blogosfera teléfila escribirá o habrá escrito un artículo igual que este durante estos días, pero es que por fin, después de 9 interminables meses, la espera ha concluido: Lost vuelve esta noche a alegrar nuestras vidas. The beginning of the end, sera el primer episodio de la 4ª temporada, que según parece, constará finalmente de 8 episodios, aunque la huelga vaya dando poco a poco visos de terminar.

No se vosotros, pero mi relación con Lost es especial. Podría decirse que empecé en esto de las series gracias a Jack, Locke y compañía, hace ya 4 años, cuando oí hablar de una serie que estaba rompiendo todos los datos de audiencia en USA, y que iba de unos supervivientes de un accidente de avión que se topaban con una isla un tanto extraña. Comencé a verla cuando allí se habían emitido ya unos 6 ó 7 capítulos. De hecho, fue la primera vez que veía una serie en versión original subtitulada. Recuerdo con especial cariño el segundo episodio, en el que ven por primera vez al oso polar en mitad de la selva, porque me equivoqué al incrustar los subtítulos y le puse los de un capítulo de Joey y, evidentemente, no coincidía ni una sola frase. Pronto me enganché irremediablemente, entrando en foros varias veces al día, registrándome en páginas, y esperando cada jueves por la mañana delante del ordenador a que colgaran el nuevo episodio, como un yonki que necesita su droga para seguir adelante. Enrolé en esta experiencia a mi novia, a amigos, a compañeros de trabajo, ¡incluso a mis padres! Y cuando me vine a dar cuenta, tenía ante mi a la que se iba a convertir en mi serie favorita. De vez en cuando intento hacer mi propio top ten. Hay series que entran y salen de la lista. Estuvo la primera temporada de Prison Break y Heroes, ahora estaría Damages y Friday Night Lights, también pasaron por allí Alias, Desperate Housewives, House,… Pero para mi sorpresa, en el primer puesto, pasara lo que pasara, siempre estaba la misma: LOST.

Mentiría si no dijera que estoy bastante nervioso ante el inminente estreno de la nueva temporada, pero por otro lado ¿cómo no estarlo? Después del alucinante final de temporada que vimos en Mayo (el mejor que yo he vivido) y tal y como se quedaron las cosas en la isla, estos nuevos capítulos prometen alzar a nuestros isleños de nuevo al pedestal del que nunca debieron bajar. Si habéis estado leyendo spoilers por ahí (yo los he intentando evitar, pero alguno me he comido sin querer…) ya conoceréis algunas de las novedades que nos esperan. Si no, enhorabuena, porque llegar “virgen” a un nuevo episodio de Lost es una sensación difícil de explicar.

Por cierto, antes de que se me olvide. El visionado de un comienzo de temporada o de una season finale de Lost es sagrado, así que no dejéis que nadie profane ese momento. Si como yo, tenéis que tener el móvil encendido por motivos de trabajo mientras lo veis, aquí os propongo un pequeño arreglo para que las intromisiones se os hagan un poquito más llevaderas: el kit para móvil de Lost by LUIH!! Incluye tema, sonido para mensajes, tono de llamadas y juego para pasar el rato durante los anuncios (si tenéis la inmensa suerte de verlo en vivo y en directo).





Mañana será un gran día para todos. Los teclados echarán humo para hablar de los nuevos acontecimientos que les esperan a nuestros losties, y por supuesto, El Rincón de LuiH no será menos. A dormir pronto esta noche, que mañana vienen los reyes (de las series)!! The wait is over...

martes, enero 29, 2008

VIAJANDO ATRAS EN EL TIEMPO CON JOURNEYMAN

Estaba yo delante del ordenador, esperando a que se baj… perdón, a que me enviaran los capítulos de Gossip Girl, Damages y Friday Night Lights que me faltaban, cuando casi por aburrimiento, entré en una web y vi una descripción de una serie de la que no había oído hablar en la vida: JOURNEYMAN. Según decían en esta página, la cosa iba de un tal Dan Vasser, un periodista felizmente casado, que se convierte, sin él pretenderlo, en un viajero del tiempo que visita el pasado con el objetivo de cambiar la vida de ciertas personas que él no conoce. La idea de los viajes en el tiempo siempre me ha parecido muy atractiva, así que decidí poner el piloto a ver que pasaba, y ahora que ya he visto los primeros cuatro capítulos, creo que puedo hablaros un poquito de que va la cosa. Y tranquilos que no hay spoilers.


Tal y como he dicho, la idea de partida es la de este hombre, Dan (Kevin McKidd), que un día, mientras va a encontrarse con su mujer Katie (Gretchen Egolf) en un taxi, sufre un fuerte dolor de cabeza y aparece en la misma ciudad, pero 8 años atrás en el tiempo. Allí ve como un hombre está a punto de suicidarse, llegando justo a tiempo para salvarle la vida. Días después, y de vuelta al presente, vuelve misteriosamente a hacer otro viaje en el tiempo, volviendo a encontrarse con la misma persona a la que salvó. Pero esta vez se encuentra además con Livia (Moon Bloodgood), su antigua prometida que, supuestamente, había muerto 7 años atrás en un accidente de avión. Ella, que parece comprender todo lo que está pasando, le aconseja que siga su instinto para terminar “el trabajo”.

Es decir, que tenemos a un tío que no controla su habilidad de viajar en el tiempo, pero que de manera deliberada, es enviado por algo o alguien varios años atrás, buscando que coincida con una persona en concreto para que altere su futuro. En cada capítulo veremos a un anónimo diferente que necesita de la ayuda de Dan. A veces es ayudar a alguien a dar a luz a un hijo que está predestinado a hacer algo importante, otras veces será salvarle de la ruina, y otras, sin embargo, tendrá que conducirle hasta su muerte para que no provoque males mayores. Mientras pasa todo esto, tenemos la historia central de Livia y su misteriosa desaparición (o mejor dicho, aparición) que irá dando paso a una historia bastante interesante de cuernos multi-temporales (toma palabro), ya que la verá en cada “viaje”, pero este será un detalle que irá ocultando a su mujer, y aunque no haga nada (de momento) solo por callárselo, fijo que alguna bronca se come. De momento, Katie aguanta como puede una situación que desquiciaría a cualquiera. ¿O cómo os sentiríais vosotros si vuestra pareja no parase de hacer viajes en el tiempo? Nunca pensé que haría esta pregunta…

No voy a decir que la serie me entusiasma porque no es así. La idea original está bien, pero se convierte en un concepto de viajes en el tiempo bastante atípico. Además, tenemos un grandísimo problema: la falta total y absoluta de carisma que destila nuestro protagonista, Dan Vasser. Su imagen en escena dota a la serie de un aroma a telefilm que tira para atrás, pero al final terminas acostumbrándote a esa sonrisa de dientes raros y gestos exagerados. El resto del reparto aceptable, aunque su mujer también me parece un poco soseras. Mención aparte merece la recreación que hacen de cada año. No es que esté excesivamente lograda, pero me hace gracia ver a la gente vestida con chaquetas con hombreras y escuchando a Cindy Laupher por la calle.

Cuando conseguí el piloto, y dado el número ingente de series que llevaba entre manos en ese momento, decidí que la serie no me entusiasmaba (cosa que ha pasado) dejaría de verla inmediatamente, pero tengo que reconocer que siento cierta curiosidad por averiguar el “plan maestro” que hay reservado para Vasser, porque dudo mucho que solo se dedique a salvar vidas de gente que no conoce. Y el hecho de que, previsiblemente, Livia era otra Time Traveller antes de conocer a Dan, también me tiene bastante intrigado.

Por cierto, si alguien se siente generoso, os aviso desde ya: yo quiero el supermóvil que tiene el protagonista. No estoy seguro, pero creo que es un IPhone, y es bastante gracioso ver como no puede utilizarlo en el pasado y tiene que tirar de un ladrillaco al más puro estilo Zack Morris.

La serie, a no ser que alguien me corrija, creo que la han cancelado ya, o al menos están a punto, según dicen aquí. De momento, yo voy a ver los 13 episodios que hay emitidos y si la cosa mejora, habrá que inventarse algo para que la serie vuelva, en plan nuts con Jericho.

miércoles, enero 23, 2008

ESTO SÍ QUE ES UNA ABOGADA

¿Alguna vez habéis sentido miedo viendo una peli o una serie que no es de miedo? Porque eso es exactamente lo que me pasó a mi ayer mientras veía los dos primeros capítulos de un programa que tenía muchas ganas de ver desde hacía tiempo: DAMAGES.


Como algunos ya sabéis, Damages es la historia de una joven abogada, Ellen Parsons (Rose Byrne), que recibe una oferta de trabajo de un prestigioso bufete de abogados llamado Hewes & Associates, liderado por la abogada más despiadada de Nueva York, Patty Hewes (Glenn Close), que se encuentra inmersa en una lucha encarnizada contra Arthur Frobisher (Ted Danson), que presuntamente embaucó a sus 5.000 empleados para que compraran acciones de su compañía, para posteriormente vender las suyas y dejarlos a todos en bancarrota. Ellen vive felizmente con su prometido en una zona acomodada de Nueva York y las cosas parecen irle realmente bien con la obtención de este nuevo trabajo, pero al parecer, todo esto ocurre seis meses antes del comienzo de nuestra historia. El inicio del piloto nos muestra a Ellen, semidesnuda y ensangrentada, corriendo por las calles de Nueva York totalmente desorientada y en estado de shock. Acto seguido, cuando es encontrada por la policía, que previamente ha descubierto el cuerpo de su novio en la bañera, su primera frase es: “Necesito un abogado”.

Así de alucinante es el comienzo de Damages. Una atípica serie de abogados que, esta vez sí, parece ofrecernos algo diferente a lo que nos tenía acostumbrados este género. Esta vez no hablamos de un abogado parlanchín, vanidoso y endiosado (véase Shark), sino que tenemos delante a Patty Hewes, la personificación del miedo en la pantalla. Tras solo dos capítulos vistos, os puedo asegurar que ella sí que transmite a los demás esa sensación de que estas ante un personaje poderoso, que no vacila, y que hace temblar todos los huesos de tu cuerpo cuando te traspasa con la mirada. Además, recuerdo con especial tensión todas las conversaciones que Ellen tiene con el jefe de uno de los bufetes que quería contratarla, y que son rechazados por aceptar la oferta de Hewes. Básicamente la advierten de que Patty la “usará, la exprimirá, se meterá en su cabeza, y cuando la haya devorado, su alma será tan débil, que no podrá mantenerse en pie”. De verdad que me estremecía cada vez que oía hablar a ese hombre.

Obviamente, gran parte de esa sensación se la debemos a la inconmensurable Glenn Close, que si ya sabíamos que era una actriz maravillosa, aquí se destapa como una de las abogadas de ficción más creíbles y temidas que yo recuerde. Y me parece una buenísima noticia que actores de la talla de esta mujer se hayan dado cuenta de que el futuro está en las series, y no en el cine. En la pequeña pantalla pueden coger un personaje y desarrollarlo muchísimo más, darle más profundidad, y además, ser seguido y admirado cada semana por millones de personas. No tienen por qué ajustar su interpretación a dos horas de metraje, sino que va evolucionando a lo largo de toda una temporada. Me alegré de ver a James Woods embarcado en Shark, dejando un poco de lado la gran pantalla, y me alegro de nuevo de ver a Glenn Close siguiendo sus pasos.

Mención aparte merece, por supuesto, Ted Danson, que tras quitarse de encima aquella sombra de racismo que le acechó durante su romance con Whoopi Goldberg, se ha destapado como un actor serio, creíble, emocionante al límite. Yo aún no había tenido la oportunidad de escuchar su verdadera voz, porque todo lo que había visto de él (Cheers, Becker, pelis, etc.) eran dobladas al español, pero tengo que decir que me alegro de haberla descubierto aquí, porque su tono es muy profundo, muy de serie dramática, y realmente creo que este papel y esta serie le vienen como anillo al dedo. Esperemos que se quede más tiempo del que requiera su contencioso con Hewes.

En cuanto a la protagonista, Rose Byrne, si no lo digo reviento: a falta de ver algún capitulo más, ya puedo ir adelantando que no me gusta. Es un personaje que da una sensación de debilidad extrema y que se queda en nada ante la presencia de Glenn Close (supongo que es algo premeditado).

Por cierto, secundarios ilustres al poder: Zelko Ivanec, al que parece haberle gustado las series de abogados, vuelve a aparecer en Damages como el defensor de Ted Danson, y contendiente directo de la Close. Como siempre, vuelve a hacer un gran trabajo, aunque su personaje no es muy diferente del que ya hace en Shark. Además, podemos ver a Tate Donovan, en el papel de Tom, el asistente y mano derecha de Patty Hewes, y al que todos conocemos por ser uno de los ligues de Rachel en Friends. Este, concretamente, era el que va a cambiar su fondo de armario a Blooming Dale’s y luego resulta ser una persona a la que le aterran los animales de granja.

Bueno, en fin, que empecé a ver Damages más porque aún no tenía otra cosa disponible que por verdaderas ganas, y resulta que me he encontrado con la serie más interesante, para mí, de la temporada. De momento, ahí está Pushing Daisies, pero si con solo dos episodios de Damages ya tengo esta sensación… Si vosotros también la habéis visto o tenéis la intención, espero vuestros comentarios!

lunes, enero 21, 2008

LA ESTAFA DE LOS PARKING

Ya se que esto que os voy a contar no pega con la tónica general de este blog, gracias a dios, pero tenía que desahogarme de alguna manera. La semana pasada me fui a cenar con unos amigos, y como es imposible aparcar en el centro de Murcia, no tuve más remedio que dejarlo en un parking, que le vamos a hacer. Mi sorpresa (bueno, no tanta) llegó a la hora de pagar en el dichoso subterráneo de las narices. Os dejo el cuerpo del delito:

Si, si, fijaros bien: 6,22 euros por algo más de 3 horas y media de aparcamiento. Ya se que algunos me diréis “Macho, es que esto es caro. Es lo que hay”. ¡Pues no! No debería ser así. A principios del año pasado se modificó la ley con el objetivo de acabar con el redondeo y que nos tarificaran por minutos, evitando así tener que pagar 2 euros por 1 horas y 1 minuto. Pero es que resulta que los SINVERGÜENZAS, porque no tienen otro nombre, de los empresarios que llevan estos negocios han multiplicado por mil la tarifa por minuto, en lugar de mantener la misma que estaba antes, solo que dividiéndola entre el número de minutos usados, que en realidad era lo que estipulaba la nueva ley.

Me parece una falta de respeto hacia todos los consumidores, y ya no solo por el precio, sino porque cuando entramos por la puerta de un parking, no nos encontramos con un lugar impecable, bien ventilado, con sitios de sobra, con gente amable que te ayuda, no. Nos topamos de repente con un sitio que se cae a pedazos, donde la última obra de reforma la hicieron el día que lo inauguraron y con trabajadores que se cabrean si les dices que no hay un puto sitio libre. Porque sí, amigos, cualquiera podría pensar que ya que pagas, tienes un buen sitio disponible para ti nada más bajar la rampa. Pues tampoco. Tienes que dar mil vueltas al local para encontrar un mini-espacio con las medidas justas, en el que tienes que cerrar los espejos y hacer mil maniobras para poder encajar el coche y prácticamente tener que salir por la ventanilla.

He esperado unos días a escribir esto para hacerlo en frío, porque si me llego a poner delante del ordenador el día que me pasó… ¡Me cierran el blog por blasfemo! Bueno, y una vez soltado todo, no os preocupéis que mañana o pasado volveré a actualizar con lo que de verdad nos interesa: nuestras series, aunque ya casi no nos queden por culpa de esta huelga que… uffff. No, no quiero volver a empezar. Mejor hago caso al bueno de Carl Winslow y sigo su inolvidable método de relajación:

“Un, dos, tres…cuatro, cinco, seis. Yo me calmaré… todos lo veréis”

viernes, enero 18, 2008

¿A QUIEN NO LE GUSTA EL DINERO?

Pregunta: ¿Por qué nos volvemos locos por series elitistas, donde se destila poder, dinero, vanidad y cotilleos? Si. No lo neguéis. Sé que vosotros también veis Gossip Girl y os odio por haberme hecho descubrirla. Muchos aseguran que estamos ante un renovado The O.C., pero ambientado en Nueva York: niño rico, niño pobre, muchas niñas ricas, líos entre ellos, niña rica que intenta cambiar…niña rica 2 que jamás podrá cambiar…Todo aderezado con un ambiente de muchísimo dinero en la parte más cosmopolita de la Gran Manzana.


Tengo que decir que la cosa empezó mal. Cuando puse el piloto, lo primero que sonó fue esa canción que empieza con silbidos, (no recuerdo el nombre, pero es la misma que la de Cuestión de Sexo) la cual aborrezco, sobre todo porque se me queda metida en la cabeza durante todo el día y me tiro silbando el resto de la jornada, cagontó. Pero bueno, superado esto nos encontramos, como digo, con mucho clichés que nos presentan de la siguiente manera: Serena (Blake Lively), la chica más “in” entre la juventud neoyorquina, ha vuelto de una larga escapada en un internado, al que se marchó sin decir nada a nadie, ni siquiera a su adorada amiga Blair (Leighton Meester, la jovencita que le tira los trastos a House en su tercera temporada), que ahora está de uñas con ella. Blair tiene un novio desde preescolar, Nate (Chace Crawford), quien a su vez se siente incómodo por la vuelta de Serena, ya que tuvieron un pequeño affaire durante una fiesta. En este grupo falta Chuck (Ed Westwick), que lejos de parecerse a la protagonista de Pushing Daisies, con la que comparte nombre, es otro niño rico alocado y alcohólico, que está dispuesto a exprimir la vida hasta la última gota al más puro estilo Dorian Grey, solo que sin el colchón de un viejo retrato que se va pudriendo en la buhardilla. Al margen de este grupo, aunque no por mucho tiempo, se encuentran dos hermanos, Dan (Penn Badgley) y una guapísima Jenny (Taylor Momsen), que viven en Brooklyn, en la parte “normal” de la ciudad. Ella suspira por integrarse en ese exclusivo círculo de amistades altivas, y él…bueno, él suspira por Serena, desde que ella le dijo “Hola” en una fiesta, unos cuantos años atrás. Y a partir de aquí, el acabose: infidelidades, alcohol, padres que presionan a sus ricos herederos, lujo, y sobre todo cotilleos. Muchos cotilleos. Y es que la omnipresente Gossip Girl parece estar al tanto de absolutamente todo lo que sucede en la vida de estos jóvenes.

Y precisamente ella es el nexo de unión entre todo esto. La Gossip Girl (Chica de los cotilleos), a quien por cierto pone voz Kristen Bell (Veronica Mars, Elle en Heroes,…) que se esfuerza por mantener informado a todo el rebaño de jóvenes sobre-hormonados y narcisistas que viven en el Upper East Side. Y amén si lo consigue. Todos viven colgados de sus móviles esperando más carnaza fresca para saciar su hambre de curiosidad.

Me gustan las historias que se desarrollan en grandes ciudades. No se si influirá en mi juicio el hecho de que viajar a Nueva York es uno de mis sueños (véase apartado “obsesiones”, en el margen derecho del blog) y casi todo lo que tiene que ver con esta ciudad termina gustándome: Cómo conocí a vuestra madre, Friends, Everwood (bueno, vale, solo sale en unos cuantos capítulos, pero mola), entre muchas otras.

¿Que si se parece a The O.C.? Puede ser. Nunca he sido capaz de ver más de 20 minutos seguidos de esta serie, en la que lo único que se salvaba era el ingenio de Adam Brody, al que ya conocía como el primer novio de Lane en Chicas Gilmore. Ah! También se que salía Mischa Barton, esa chica que sale de fiesta con Paris Hilton y que SPOILER, muere en la última temporada. Si, aunque no la vea me gusta estar enterado de las cosas. Si tuviera que buscar una comparación, yo lo haría con la peli de “Crueles intenciones”, con Reese Whiterspoon y Ryan Phillips, sobre todo por la ambientación y el aroma a poder que se respira durante toda la serie (bueno, y por lo malas que son las protagonistas…). De momento solo he podido ver un par de capítulos de esta nueva serie, pero el hecho de que sea una misma historia dividida en capítulos (¡por fin! Tampoco es tan difícil) y no una historia nueva cada capítulo, me hará seguir viéndola, al menos hasta que el argumento siga enganchándome, y de momento…

Mención especial para la cabecera: cortita, directa, y con ese “You know you love me, xxx” final que me encanta. No se vosotros, pero salvo contadas excepciones, prefiero eso a largas cabeceras con músiquita que terminas aborreciendo y en los que se empeñan en meter los nombres de toooooodo el cast. A ver cuando aprenden de Lost: pantalla en negro, rótulo en blanco que se acerca, y sonido de misterio. Fin.






Bueno, en resumidas cuentas. Cometí el error hace unas semanas de leer esta entrada en el blog de Adri, en el que hablaba de nuestros placeres culpables. “¿¿Una serie sobre niños ricos?? ¡En la vida!” me dije a mí mismo. Pero la carne es débil e Internet demasiado rápido, así que aquí estamos, esperando a ver que nos depara el siguiente cotilleo.

miércoles, enero 16, 2008

ENTRE FINALES ANDA EL JUEGO (I)

A pesar de conseguir su temporada completa tras un arrasador inicio, gracias a nuestra “adorada huelga” (ya es casi como de la familia), Pushing Daisies terminó el pasado 12 de Diciembre con la emisión de su episodio número 9, llamado “Corpsicle”. Yo pude verlo (por fin) este fin de semana y…bueno… se nota que es un final “made in strike”. Después de que en el capítulo anterior, Bitter Sweets, Ned le soltara a Chuck la bomba de que fue él quien mató a su padre, al dejar a su madre revivir durante más de un minuto, la chica vive durante todo el capítulo con la incertidumbre de si algún día podrá perdonar al joven pie-maker. Nos han estado mostrando este tema constantemente durante toda la serie, así que es lógico que basen el season finale en él. Sin embargo, había una última sorpresa, en un desesperado intento de los guionistas por dejarnos en un cliffhanger al más puro estilo Star Wars: Lilly, la tía de Chuck, es en realidad su madre biológica (Que curioso. También es la madre de Locke). No se por qué, pero yo ya me lo veía venir. Obviamente no es un cliffhanger en plan “We have to go back, Kate”, pero supongo que tendrían que reescribirlo todo cuando se confirmó lo de los nueve capítulos. Me parece un punto de partida interesante para la siguiente temporada, pues una vez se entere Ned del lazo que une a la dead-girl con una de las sirenas, será mucho más difícil ocultarla de ella.

Tengo dos cosas que decir sobre Pushing Daisies: una buena y otra mala. ¿Cuál queréis primero? Venga, la buena. Esta creación de Bryan Fuller sigue siendo una catarsis de preciosismo y virtuosidad estética. Cada secuencia de la serie, hasta las escenas que no están retocadas, rezuman color, luz, brillo. Visualmente, tal y como ya dije cuando la descubrí, Pushing Daisies es un 10. Para muchos, tanta espectacularidad termina siendo cargante, pero a mí me encanta sentirme dentro de un sueño. La review en tv.com, comienza con un “This romantic comedy shows us the strange world of a man…” y yo creo que es un resumen muy acertado. Es como un mundo aparte, el mundo de un hombre que puede resucitar a los vivos, algo que solo cabe en las fantasías, y como tal, hay que ambientar ese mundo de una manera fantasiosa. Además, algo en lo que no me había fijado mucho, es la música que acompaña. Maravillosa. Digna de la mano del mágico Danny Elfman. Especialmente emotiva la que suena cuando Ned va al cementerio, donde está Chuck ante la tumba de su padre (Charles Charles).

Esa era la cosa buena que tenía que decir. La mala es que, muy a mi pesar, la serie ha ido perdiendo interés a pasos agigantados. Pasamos de un magnífico piloto (Pie-lette) que quedará en nuestras retinas por mucho tiempo, a capítulos donde se nos presentaba un caso diferente de asesinato cada vez, sin conexión entre ellos, que si bien destacaban por su originalidad (un hombre mata a otro con las manos de su novia-muñeca, otro muere ahogado en caramelo, etc.) también lo hacen por su escaso interés, llegando a hacerse pesado en algunos momentos. Además, a pesar de ser la supuesta season finale, “Corpsicle” no estuvo a la altura, al menos el caso que Emerson Cod y Ned investigaban, siendo uno más de los muchos que ya habíamos visto, sin mostrarnos nada nuevo, nada especial que nos dijera “eh! ¡Es el último capítulo!”. No se. Me quedé un poco frío.

Agradecería que alguien me confirmara si la serie seguirá después de la huelga. Yo supongo que sí, pero no he conseguido leer ningún comunicado oficial de la ABC, así que me rindo ante vuestra sabiduría.

Por cierto, también terminé de ver el último capítulo (esta vez sí) de Desperate Housewives. A ver si mañana o pasado tengo un rato y os cuento que tal. Y otra cosa, esta noche con un poquito de suerte empiezo “Damages” (y Mad Men ya está en la cola de bajada…)

lunes, enero 14, 2008

SI HOUSE PRACTICARA LA ABOGACÍA...SERÍA MEJOR QUE SHARK

Hola de nuevo. Ante todo, disculpas por mi hiatus de estos días. Entre que esta semana he estado con un gripazo de la muerte, y que el sábado se casaron unos amigos míos (¡¡Felicidades Juan y Celia!!) os podéis imaginar que ayer no fue un día especialmente propicio para escribir. Pero eso sí, al abrigo de una manta y un buen vaso de leche caliente, pude empezar una nueva serie y aquí estoy para daros mi opinión, como es menester.

La serie en cuestión era Shark, un dvd que tenía aparcado desde hacía tiempo, pero que ayer comencé a ver por ser la única que me queda en español, y como no tenía muchas ganas de ponerme a traducir phrasal verbs, la vi como la única opción factible. La cosa no pintaba mal: un muy buen actor (James Woods) en una serie de abogados (eso siempre engancha), y con buena crítica (al menos aquí en España). Pronto comprendí que no me hallaba ante nada novedoso. Porque no nos engañemos, Shark no es más que una traslación de House al terreno de los juicios y los tribunales. Eso lo hace un producto atractivo, pero que vive única y exclusivamente de las “perlas” del protagonista (que son muchas, por cierto).


La cosa empieza de una forma bastante previsible. Como buen piloto, nos cuenta, de una manera un tanto rápida y atropellada, como la vida de Sebastien Stark, el abogado defensor más famoso de Los Angeles, da un giro de 180º cuando uno de sus clientes asesina a su mujer, solo unos días después de que se vanagloriara por haberle salvado de la cárcel por pelearse con ella. Esto le hunde en una fuerte depresión de la que solo le hace salir una oferta del propio alcalde de la ciudad, Carlos Gómez, de liderar un grupo de abogados bajo el auspicio de la fiscal del distrito, Jeri Ryan, que le asigna un grupo de jóvenes y guapos abogados, pero inexpertos al fin y al cabo. Así, el abogado defensor más despiadado y egocéntrico de toda la costa oeste de los Estados Unidos, se convierte en…el fiscal más despiadado y egocéntrico de toda la costa oeste de los Estados Unidos. Y a partir de ahí, un sinfín de casos que cualquier abogado del mundo perdería, y que Stark, sin embargo, termina ganando, fruto de su brillante ingenio y uso de las 3 “reglas de oro”:

1. Un juicio es la guerra y perder es la muerte
2. La verdad es relativa
3. En un juicio con jurado, solo hay 12 opiniones que importen

Poco a poco nos van presentando a los Chase, Cameron y Foreman de Stark, que resultan ser unos secundarios sin carisma ni presencia, pero que son imprescindibles para, con sus torpezas, hacer aún mejor a su jefe. Si acaso podríamos salvar de la quema a Madeline (Sarah Carter), la Cameron del grupo, y no porque sea la guapa (que lo es) sino porque resulta convincente en su papel de aplicada y joven abogada, que se convierte desde el minuto uno en la pelota oficial de Stark. Luego termina cayendo en el cliché más viejo del mundo cuando se lía (en el tercer episodio…) con su compañero en el equipo Casey (Samuel Page), el Chase de la serie, el guapo y apuesto niño de papá que terminó en Oxford y después trabajando para el fiscal, gracias a sus influencias. Al resto ni los nombro porque se me ha olvidado hasta su cara… Creo que hay un hispano y una chica de color, para no discriminar a nadie. ¡Vivan los tópicos!

No, en serio. Shark es una serie entretenida, pero que se sustenta única y exclusivamente en el carisma de James Woods, en sus frases, sus borderías, sus gracietas, y en su aplastante superioridad en el estrado, mientras machaca a sus oponentes. Y poco más, porque los casos, si bien no previsibles desde el primer momento, si que se ven demasiado claros en cuanto hablan con el primer testigo, y pierden parte de su interés. Por cierto, aquí, como en House, podemos jugar a ver en qué otras series han aparecido los secundarios que hacen de víctimas o sospechosos en cada episodio. En los 3 primeros ya han aparecido Steven Eckholdt (Mark en Friends, el que le consigue el trabajo a Rachel en Blooming Dale), Jim Jansen (el reverendo de Stars Hollow en Las Chicas Gilmore), el gran Zelko Ivanek (el malvado Drazen de la 1ª temporada de 24 y el ex marido de Julliet, atropellado por un autobús, en Lost), Tomy Rosemont (la sheriff que detiene a Bellick en la 2ª temporada de Prison Break) y así hasta el aburrimiento. Por cierto, a Carlos Gomez, el actor que encarna al alcalde Manuel Delgado, le deben de haber visto cara de poli, porque solo se le ve por este tipo de escenarios. Así que me vengan a la memoria ahora mismo, hace alguna que otra aparición en Boston Legal, Criminal Minds, Monk, Crossing Jordan, Sin rastro, CSI, 24, y estoy casi seguro de que en Alias también.

En resumen, si Gregory House es un egocentrico, narcisista y detestablemente brillante médico de una unidad de élite, con una percepción deprimente de la vida, Sebastian Stark es exactamente lo mismo, solo que aún más egocéntrico, aún más narcisista y con una percepción de la vida, digamos, algo más positiva. Sin embargo, a pesar de las magníficas capacidades interpretativas de Woods, no llega a alcanzar el halo de autenticidad que sí consigue Hugh Laurie, no se si porque fue la novedad o porque realmente puede que sea mejor actor. Claramente han intentado crear el mismo personaje, pero convirtiéndolo en un triunfador, rico, poderoso, pero igualmente vacío por dentro. ¿Les ha funcionado? Para entretenerse un par de tardes, seguro que sí, pero no para convertirse en serie de culto, ni para estar entre las mejores. No creo que nunca llegue a tirarme una tarde entera viendo Shark, tal y como sí que he hecho con otras como 24 o Cómo conocí a vuestra madre.

Eso si, tengo que reconocer que mi percepción de esta serie se ve enturbiada por mi actual cuelgue por Friday Night Lights, que está interesantísima. Ya hablaré largo y tendido de ello, pero puedo ir dando unas pinceladas: Odio a Lyla Garrity por ser tan…tan…por ser tan Lyla, leches!, me vuelve loco Tyra (¿ha alguien no?), me aburro muchísimo con Jason Street y con cada una de sus apariciones en pantalla, y quiero tener la labia de Smash, tanto dentro como fuera del campo. Parece mentira que una serie sobre fútbol americano se haya convertido en mi must see de este nuevo año. Clear eyes, full heart, can’t lose!

lunes, enero 07, 2008

MI BOTIN DE NAVIDAD

Este año debo haber sido muy bueno, porque prácticamente se puede decir que la navidad me ha traído todo lo que había “pedido”. Para empezar, durante la cena de la empresa a mediados de Diciembre en Del Gallo Blues, un exclusivo restaurante de Murcia, mi amigo invisible, a sabiendas de mi pasión por la lectura, me regaló un libro llamado “Los Dones” de Ursula K. Le Guin, autora y obra totalmente desconocidas para mí, pero que esta persona eligió cuando me vio leer una de mis últimas adquisiciones: “Los Hijos de Hurin”, de Christopher Tolkien, que es de temática similar. Aun no he empezado a leerlo, pero el argumento parece interesante.

Luego llegó Papa Noel, y aunque muchos reneguemos de las tradiciones que no son puramente españolas, a todos nos hace ilusión recibir un regalito ese día. El mío fue un recopilatorio del maestro Pavarotti, que salió a la venta hace apenas un par de meses: Pavarotti Forever. Consta de 2 cd’s: el primero con sus arias más famosas y actuaciones puramente operísticas (destacan sobre todas el ya inolvidable Nessun Dorma, Una furtiva lagrima y Vesti la Giubba) y otro con canciones más pop, las que le acercaron al gran público y que consiguieron que la ópera estuviese al alcance de todos, y no solo para unos pocos privilegiados. Aunque para mi gusto le faltan un par de duetos (no están ni “Miserere” con Bono de U2, ni “Too much love will kill you” con Brian May, de Queen, ni tampoco “O sole mío” con Bryan Adams, aunque esta última sí que la canta en solitario), este segundo cd está muy completito y ya me lo he escuchado un par de veces.

El 31 de Diciembre fue mi cumpleaños (si, lo sé, le di el fin de año a mi madre) y mi novia, que me conoce como nadie y sabía que lo esperaba como agua de mayo, me hizo el regalo que más ilusión me hacía desde que allá por 2004 (si no recuerdo mal) Ken Follett anunció que daría una continuación a su obra maestra y joya de la literatura “Los Pilares de la Tierra”, uno de mis libros favoritos: “Un mundo sin fin” fue esa continuación, y se puso a la venta el pasado 28 de febrero. Otro tochaco de mil y pico páginas, que me leeré en 3 tardes, al igual que me pasó con la primera historia, que nos hablaba de un tal Tom Builder, un maestro constructor que llega a Kingbridge, en la Inglaterra del siglo XII con el propósito de levantar una catedral, y que nos narra una de las más bellas historias medievales que jamás se hayan escrito. Os juro que cuando terminé las 1300 páginas de “Pilares” me quedé en plan “¡¡¿¿Ya??!! ¡¡No puede ser que ya haya terminado!!”. Me dejó un recuerdo imborrable cuando lo leí hará ya 4 ó 5 años, y estoy seguro de que esta segunda parte, ambientada unos 200 años después, y con la peste negra que azotó Inglaterra como nexo principal, me volverá a conquistar en cuanto abra la tapa. De hecho, casi podría decir que me da un poco de pena empezarlo porque se que me va a durar un suspiro, pero bueno, tendré que ser fuerte, jeje.

Mis compañeros de curro también tuvieron un detallito conmigo el día de mi cumpleaños, y además de una colonia para después de la ducha que huele como los ángeles, me incluyeron en el pack un par de libros: “El niño con el pijama de rayas”, del que no puedo decir gran cosa porque no había oído hablar de él, y “Detrás de la historia de Los Pilares de la Tierra”, una interesantísima reflexión histórica sobre la situación que se vivía en Inglaterra en la época en la que se desarrolla el libro de Ken Follett del que os he hablado antes: costumbres de los primeros habitantes de Londres, movimientos demográficos, creencias religiosas, etc. Y sobre todo, multitud de reseñas sobre lo que era y no era verdad en la historia que relata Follett. Ya lo he empezado y está realmente bien.

Mi hermano también se salió el día de mi cumpleaños con una gorra del Barça, con los colores azules de la nueva equipación. Seguro que hasta a Sunne le gustaría ;)

Y por fin, el otro día, en la noche de reyes, otra vez mi novia volvió a dar en el clavo y tras abrir mis regalos (un tanto penosos, la verdad) apareció con el dvd de la última gira de David Bisbal, uno de mis cantantes favoritos. Si. Se lo que estáis pensando. Y me da igual. Me gusta Bisbal desde que lo seguía en Operación Triunfo (solo seguí la primera edición, por si os quedáis más tranquilos) y ha quedado demostrado ya de sobra que es el único con talento que ha salido de las puertas de la academia, el único que ha triunfado en todo el mundo, y el único al que han aplaudido en España, Sudamérica, Estados Unidos, Alemania, e incluso en Japón. Sus canciones han sido versionadas en varios idiomas y el tío es un fenómeno sin igual encima del escenario. No soy mucho de este tipo de música, pero Bisbal me encanta, y este dvd repletito de extras me ha hecho una ilusión que te mueres, para que os voy a engañar. Además el set está muy completito. Es una edición de 2 cd's y 2 dvd's con el concierto completo, making off, preparando cada concierto, disco de Premonición y temas inéditos.

Solo me falta mi auto-regalo, que casi seguro va a ser un disco duro externo de 500 GB y con conexión directa a la tele, y que con un poquito de suerte caerá este mes o como mucho el que viene (cuando se acabe la cuesta de enero, jeje). Una pena que haya por ahí una asociación sin animo de lucro que nos cobre (que contradicción, ¿no?) 13 euros extras en concepto de “canon amistoso” por comprar uno de estos aparatitos, juzgándonos e imponiéndonos el castigo, incluso antes de cometer el delito, tratándonos como los delincuentes sin escrúpulos que somos. Menos mal que están ellos para evitar que hagamos de las nuestras…

En resumen, como habréis podido adivinar, estoy más que contento con mi botín de navidad. Pero la pregunta ahora es: ¿Lo estáis vosotros con el vuestro? ¡Comentad, comentad!

viernes, enero 04, 2008

NO ME GUSTA EL FOOTBALL... PERO ME ENCANTA FRIDAY NIGHT LIGHTS

¡Hola a todos de nuevo! Primero de todo ¡¡FELIZ AÑO!! Espero que en las fechas que estamos, ya no haya nadie de resaca por la nochevieja que acaba de terminar, pero seguro que alguien queda por ahí… Por mi parte, para seguir con la buena costumbre de descubrir nuevas series, el otro día me lancé a por una a la que le tenía ganas desde hacía tiempo, ya no tanto por su temática, sino por lo mucho y bien que hablan de ella en otros blogs amigos, como hablando de series: Friday Night Lights.

Tenía grandes expectativas puestas en esta serie, y tras solo un par de capítulos vistos, tengo la impresión de que se verán cumplidas ampliamente. La historia comienza con el inicio de la semana del primer partido de la temporada para el equipo de fútbol americano de un instituto situado en un pueblo de Texas llamado Dillon. El entrenador, Eric Taylor, tras varios años siendo segundo del manager principal, asume el mando del equipo y podemos ver como está sometido a una enorme presión por parte de todos: gente del pueblo, padres de los jugadores, comentaristas,… incluso la alcaldesa hace hincapié en la leyenda ganadora de Dillon. Nos van presentando a los jóvenes que conforman el equipo: está Jason Street, el quarterback y líder del equipo, popular y buen chico hasta el aburrimiento; Smash Williams, el running back, el encargado de correr, correr y correr, antes de que su propio ego lo alcance; Tim Riggins, el “enfant terrible” del grupo: bebedor, mujeriego, enemistado con Smash y con un concepto totalmente pesimista de la vida; Matt Saracen, el quaterback suplente, el joven apocado y ninguneado por todos, que vive con su abuela y que encuentra en la lesión de Street su momento de gloria. Y así hasta seguir cumpliendo con varios clichés. La semana va avanzando hasta que llega el viernes, día del partido, y todo el estado de Texas se paraliza para presenciar la contienda.

Precisamente de la lesión de Street quería hablar. Aun no he visto prácticamente nada de la serie, pero creo que han usado demasiado rápido la baza emocional de la lesión. Desde luego sirve para que el piloto contenga algunas escenas impresionantes, como los jugadores de los dos equipos arrodillados en el centro del campo rezando por la recuperación de su compañero, pero es un elemento bastante fuerte, de mucha carga emocional, que podría haber sido usado en un momento más avanzado de la serie. Pero bueno, es por sacarle algún defectillo. Eso sí, me encanta la estética "documental" que le da a FNL el hecho de estar rodado con cámara al hombro. Ese estilo muy a lo 24 la dota de un dinamismo y una emoción mucho más efectivos que los propios giros de guión.

Tengo que decir que estoy bastante pez en football americano. Solo conozco algunos conceptos como quarterback, yardas, touchdown,… y poco más, pero tengo la impresión de que esta serie me va a ayudar a superar esta ignorancia mía. Desde siempre me han gustado las grandes historias de equipos deportivos superándose a sí mismos. Así, no es extraño que, por muy raro que le parezca a algunos, una de mis películas favoritas de la infancia sea “Vuelven los mejores” (Mighty Ducks 2, creo que se llamaba en V.O.) con aquel Emilio Estevez entrenando a un grupo de chavales que jugaban al hockey sobre hielo, y que terminan vistiendo la camiseta de su país en los juegos olímpicos juveniles. Esas banderas americanas ondeando, ese espíritu de superación, ese jugarse la vida aunque solo sea un simple partido… me encanta. Y en Friday Night Lights tiene pinta de que va a pasar lo mismo, por eso, a pesar de no saber nada sobre este deporte, disfruté como un enano con la emoción que se sentía durante el primer partido de la temporada, con ese touchdown final tras movimiento irritantemente torpe de Saracen.

En fin, no me extenderé mucho en esta entrada porque aún me queda un mundo por descubrir con esta serie, pero de momento ya he conseguido la primera temporada y espero poder ir dándole mordisquitos entre el festín de series que tengo ya en movimiento para este nuevo 2008 que acaba de empezar, y por el que yo, de nuevo, os felicito. ¡¡Disfrutad este 2008!!