FINAL DE LA 3ª TEMPORADA DE ANATOMIA DE GREY

¿Qué nos atrae tanto de las series de médicos? Si nos ponemos a contar, tenemos Scrubs (7 temporadas), House (3), Anatomía de Grey (3), Nip & Tuck (5), Medical Investigation (2), la legendaria Urgencias (15 temporadas), y si miramos el producto nacional tenemos un exitoso Hospital Central y la nueva CLA: No somos ángeles, de la que no me dignaré a hablar aquí. Todas ellas (excepto esta última) tienen un éxito inusitado y año tras año obtienen aplastantes cifras de audiencia, pasando por encima del producto de acción de toda la vida, e incluso sobreponiéndose a la lacra de los realities. Casi ninguna tiene problemas para alcanzar cada año el share suficiente para prorrogar sus capítulos una temporada más, y esto nos dice algo: nos gustan los médicos. Nos gustan sus historias, nos gusta como juegan a ser dioses y como la mayoría de las veces terminan convirtiéndose en deidades imperfectas. No podría deciros si son fieles a la realidad o no, en cuanto al campo médico se refiere, pues como podéis imaginar, yo no tengo ni la más remota idea de medicina, pero si que os diré que he aprendido bastante, tonterías, cosas sueltas, pero he aprendido al fin y al cabo. Se lo que es el síndrome paraneoplásico, se lo que son las transaminasas, qué es y como se cura un tejido necrótico, se en que casos se utiliza la epinefrina, y en cuales la adrenalina, he aprendido cosas de enfermedades que ni siquiera sabía que existían: ELA, síndrome de Munchausen, Wegener, etc.

Esto viene al caso porque hoy mismo Chipi y yo hemos finiquitado la 3ª temporada de Anatomía de Grey, serie de la que ya hablé en un artículo anterior, y que ha terminado por encandilarme. Si ya era buena en sus dos primeras temporadas, esta tercera ha sido como la culminación de la primera parte de la serie, pues considero que, con la salida de Isaiah Washington (Dr. Preston Burke) de la serie, acaba un ciclo de éxito y comenzará otro bien distinto.

Y ojo, SPOILERS a partir de aquí.

Como siempre, han sido varias las líneas argumentales que han quedado abiertas tras la emisión del último capítulo, “¿No lo teníamos ya casi todo?” : la principal es la de la boda de Burke y Christina, que se queda deshecha tras ver como su admirado mentor y futuro esposo coge las de Villadiego y se larga de la iglesia, dejando a Meredith con el marrón de consolar a su amiga.

Grey también tiene lo suyo (se lo merece) pues después de tratar como un perro al pobre de Shepperd, parece quedar claro con sus últimas palabras que cortan la relación. Y hago un inciso: en esta relación, yo siempre siempre siempre estaré del lado de Dereck, pues demasiado tiene el pobre con tener que aguantar al peor personaje de toda la serie. Dejó a su mujer para estar con ella, ha aguantado las burlas de sus amigos, sus asquerosos ronquidos de camionero, sus caprichos amorosos (recordemos el juego de “re-conquístame si quieres tener sexo”…), y luego, además de todo, se tuvo que tirar al mar a salvarla de una muerte segura, después de que la niñata no nadara lo suficiente para salvarse ella misma. En fin, dejemos el tema que me encangreno.

Otra historia que me interesa bastante es la del triángulo George-Callie-Izzie. Con la salida de Burke de la serie, estoy seguro de que T.R.Knight (George) seguirá en el Seattle Grace, a pesar de haber suspendido el examen de interno, que le obligará a repetir toda su residencia en el hospital. Es decir, que seguirá entre las dos mujeres: una pidiéndole un hijo y otra sacándose de la chistera un enamoramiento que, no se por qué, se veía venir desde la primera temporada.

El tema del que esperaba un poco más era el del cambio en la jefatura de cirugía y residentes, que serán Richard (el mismo que hasta ahora) y Callie, adelantando por la derecha a Bailey, que veremos a ver como se lo toma…

El argumento que está totalmente cerrado, aunque no se vea en el final del capítulo, es el de Kate Walsh (la dra. Montgomery), que ya ha cerrado un acuerdo para crear el Spin-off de anatomía de Grey. Una nueva serie que se llamará Private Practice, y se desarrollará, como ya pudimos ver en un par de capítulos durante el final de temporada de Anatomía, en una clínica privada de Los Angeles, dirigida por dos amigos de Addison de su etapa de Nueva York. Personalmente, no ha captado en exceso mi atención esta nueva propuesta de los productores. No se por qué, pero tengo especial aversión a las series que se desarrollan en climas cálidos o en ciudades con playa. Os parecerá una tontería, pero series tan buenas como Dexter, pierden parte de su encanto en ambientes como Miami. Al margen de esto, me parece una idea fantástica el hecho de que utilicen una serie de gran éxito para promocionar un futuro Spin-off, y vayan haciendo una pequeña presentación de los nuevos personajes. Sin embargo, ha quedado, para mi gusto, demasiado forzado, y el hecho de que la nueva serie en si no me llame la atención, ha conseguido que tenga esos dos capítulos entre los peores seguramente de toda la temporada. Dicho esto, una vez que ya sabemos que Addison se va, la pregunta es: ¿Se irá Mark Sloane tras ella? Yo espero, por el bien de todos los machos que vemos la serie, que sí, pues como vuelva a salir sin camiseta, a mi novia le va a dar un telele, y no está la cosa ahora para tonterías, que yo entre una cosa y otra llevo ya casi 3 meses sin pisar el gimnasio...

De la parte de Alex y Rebecca (o Ava, yo ya no se como llamarla) ni siquiera hablaré, porque me parece que fue una historia que fue perdiendo fuelle conforme se iba arreglando la cara de la chica.

Lo que me lleva al último hilo y para mi el mejor, el motivo que va a conseguir que ni siquiera espere a que emitan la 4ª temporada en la Fox y la consiga antes por otros medios en versión original: la hermana de Meredith!!! La impresionante Chyler Leigh llega por fin a una serie conocida, en el papel de Lexie Grey, la hermana de la susodicha, y fruto del matrimonio de su padre con su segunda esposa (muerta en los últimos episodios por exceso de hipo, la pobrecilla, con lo bien que me caía). Y es que desde que la vi en “No es otra estúpida película americana” me quedé prendado de ella (bueno, de ella y de Mia Kirschner, dadle al google si no sabéis quien es). Los que seguís con asiduidad este blog ya sabéis que siempre intento encontrar mi musa en cada show, el motivo por el que la serie adquiere una dimensión superior y que consigue que no me despegue de la tele. Con anterioridad ocuparon ese lugar Madison (Sarah Lancaster) en Everwood y What about Brian, Kim Bauer (Elisha Cuthbert) en 24, Verónica (Kirsten Bell) en Verónica Mars, Rachel (Rachel Nichols) y Nadia (Mia Santos) en Alias, etc. Y en Anatomía de Grey, este rol corría a cargo de Katherine Heigl, la espectacular Dra. Izzie Stevens, pero su reinado corre serio peligro, pues si consiguen desarrollar bien el personaje de Lexie y se asienta en la serie, mucho se tienen que torcer las cosas para que no termine uniéndose a la selecta lista.

Bueno, en conclusión, solo quería decir que me alegro de haberle dado una oportunidad a esta serie, y que a pesar de tener el dudoso honor de ser la primera serie cuyo personaje principal, y a la postre da nombre a la serie, es el peor de todo el elenco, se ha convertido en una de mis favoritas, poniéndose por encima del resto de series médicas de las que hablaba en mi introducción, sobre todo debido también al fuelle que ha perdido House en su 3ª temporada y de que Scrubs no apunte tan alto como el resto (a pesar de ser una serie cómica excelente). Ya solo falta esperar a ver que cariz van tomando las diferentes historias que han quedado abiertas y esperar a que todo se desarrolle manteniendo la altísima calidad que está mostrando esta serie.

Un saludo a todos. eRLuiH!